A.G: Aquí les dejo el primer pedido que hago del año de HypMic('つヮ⊂) Un One Shot de Ramuda ح˚௰˚づ
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Era... muy animado y actuaba de una forma algo infantil por lo que parecía algo adorable. Obviamente era un hombre también, pero no actuaba como si le interesase en algún sentido las mujeres, se podría decir parecía más "puro".
Esa era la idea inicial que tuviste de él. Por eso era que te extrañaba un poco que fuese y te pidiese salieseis juntos. Obviamente no pudiste decir que no a esa carita que puso y esa fue la razón por la que comenzasteis como pareja.
Siempre que te veía iba contigo a saludarte y darte un abrazo. No tenía problema en mostrar afecto en público y si te negabas porque te llegase a dar vergüenza en algún momento se ponía triste.
— ¿Acaso Onee-chan ya no me quiere?
Tenías que intentar calmarle y compensarle luego diciendo estarías al día siguiente solo con él.
Solo era una simple actuación, pero no lo sabías. Claramente se aprovechaba de que sabía creías se pondría a llorar. No era un niño y mucho menos era idiota. Así era como obtenía tu atención sin tener que hacer mucho. Era más fácil eso que pedirte dejases a tus amigos de lado para estar con él, eso sonaría posesivo y quería seguir pareciendo inocente a tus ojos.
El problema fue cuando se enteró fuiste al hospital porque te enfermaste. Solo era para una revisión simple y te dijesen que hacer, nada más... Aún así se preocupó al saber con quién podrías encontrarte. Qué pasaba si te decían no te fiases de él.
Fue a comprobar si con algo de suerte te atendía otra persona que no fuese la persona que más odiaba.
— Onee-chan, ¿estás bien?
— Ramuda. No hacía falta vinieses.
— Sí... Estaba preocupado...
Miró al rededor comprobando estabas sola en la sala.
— ¿No te están atendiendo?
— Sí, pero el doctor fue por algo un momento. Estoy esperando vuelva para que me diga si puedo irme ya.
— Entonces si ya acabó, vámonos. Venga, venga — dice cogiéndote del brazo intentando le siguieses.
— Pero todavía..
— Estará bien, si ya acabaron podemos irnos. No tienen que decirte todo siempre.
Se alarmó cuando escuchó llegaba alguien, pero por suerte parecía quien te atendía no era quien conocía así que aliviado y con el permiso ya te dijo os fueseis rápido.
— Ramuda, no hace falta que corras...
— Es que... Y..ya sabes, luego mucha gente viene y se amontona, no podemos causar problemas si ya estás bien.
