Estaba en el auto viajando hacia la casa donde pase mis mejores y peores años de mi vida, donde crecí y donde también perdí a mi papa que era lo único que tenia, donde conocí a mis amigos del alma y donde también nos peleamos y no nos volvimos a hablar. Hacia dos años que no volvía a poner un pie sobre ese pueblo, pero por lo menos no estaba sola. Me acompañaban mis mejores amigos Lara y James, nos conocimos en la universidad y estábamos de vacaciones de la misma. Estaba estudiando en el exterior, decidí ir a visitar a Diana que era como la madre que nunca tuve y que hace mucho que no veía, y Lara y James se sumaron a mi viaje. No me sentía sola.
Nos bajamos del taxi en la que solía ser la casa de mi amigo Pierre, hijo de Sara, esperaba que todavía viviera ella por lo menos ahí. Toque la puerta, con los nervios a flor de piel.
- ¿Te puedo ayudar en algo?- pregunto Diana cuando abrió la puerta, no me había reconocido, me reí.
- Soy Emily- le dije con una sonrisa.
Asombro, tristeza y felicidad corrió por su rostro
- Emily? No me lo puedo creer, estas muy cambiada, ya sos toda un mujer- y me abrazo, extrañaba esos abrazos maternales, llenos de amor. Diana me ayudo siempre, cuando perdí a mi papa y siempre estuvo a mi lado cada vez que me peleaba con Pierre.- Entra, entra. Esta Erik, te extraño un montón también, no va a creer que estas acá y justo ahora.- No se que quiso decir con justo ahora pero tampoco le di importancia.
Le presente Lara y James y pasamos los tres adentro, nos dirigimos al living. La casa seguía estando igual que siempre y con el mismo olor que tanto amaba.
- Erik, mira quien esta acá- dijo Diana entrando primero y yo atrás de ella.
Entre con una sonrisa, me iba a matar por desaparecer y no llamarlo nunca pero tenia que estar alejada un poco de todo, de Pierre mas que nada y Erik lo sabia.
- Emily? No lo puedo creer, apareciste. Te voy a matar, desgraciada- fui corriendo hacia él y lo abrase como nunca.- Te extrañe mucho, pequeña- me susurro en el oído, tenia ganas de llorar, los extrañe tanto a los dos, extrañe poder hablar con Erik, que era el único que me escuchaba y me entendía.
- Yo también. Y Pierre?- le susurre de vuelta.
Antes de que pudiera contestar sonó el timbre.
- Erik, anda a atender por favor- le dijo Diana a Erik- Nosotros vayamos saliendo al jardín donde puse la mesa para almorzar, vamos están invitados todos- les dijo a Lara y James, que no estaban incomodos para nada, siempre tuvieron buena onda con todos, por eso nos llevábamos bien los tres, éramos relajados y no nos importaban los que pensaran los demás.
Salimos al jardín, había una mesa muy elegante, bien puesta como si estuvieran esperando importantes invitados. Sentado en la cabecera esta el señor St. James, esposo de Diana, lo fui a saludar, por lo que justo quede de espaldas a la puerta del jardín.
- Señor St. James!- lo fui a saludar- tanto tiempo, me resulto raro no verlo en el living mirando futbol- le dije en broma, el solía ser un buen amigo de mi papa, siempre se juntaban a ver partidos, tiempo que me dejaba a solas con Diana para que me enseñe a ser "femenina".
- ¿Lily?- así solía decirme mi papa y a él se le quedo la costumbre- ¡Que grande que estas! Y tan hermosa como siempre- se acercó a darme un beso en la mejilla.
Escuche gente que charlaba en la puerta del jardín, por lo que decidí darme vuelta.
Y ahí estaba, Pierre, mi mejor amigo, mi amor imposible. Nos conocimos cuando yo tenía trece y el diecinueve, era nueva en el barrio y su nueva vecina. Al principio nos llevábamos bien, salíamos siempre, nos juntábamos a ver películas, charlar, pasar el rato. Siempre estábamos juntos. La gente solía creer que éramos novios. Pero él era muy mujeriego. Todo cambio cuando crecí y ya no pasábamos tanto tiempo juntos, yo tenia otros amigos, él también. No nos distanciamos. Seguíamos compartiendo mucho tiempo juntos, pero las peleas eran mas frecuentes.
Nos quedamos viendo a los ojos, él no lo podía creer que era yo, y yo no podía creer que estaba ahí en persona después de tanto tiempo. Estaba diferente, más adulto, debía estar cerca de los veintiséis años. Seguía igual de guapo.
Se adentraron en el jardín. Erik se puso al lado mio.
- En, ella es Ashley la prometida de Pierre- se me fue el alma a los pies cuando escuche eso- Ashley, ella es Emily mi amiga del alma- le dijo Erik mientras me agarraba de la cintura y me acercaba a él. Se dio cuenta que se me había aflojado las rodillas.
La mirada de Pierre viajo directamente a la mano de Erik en mi cintura.
- Mucho gusto- le dije estrechándole la mano con mi mejor sonrisa.
- Venga chicos, les presento a los demás- dijo Diana salvándome del mal momento. Se llevo a Ashley y a Pierre a presentarles a mis amigos. Los deje de mirar.
Erik se paro en frente de mí.
- ¿Estas bien?- me pregunto, yo no lo mire a los ojos- Increíble, no?
- Cuando se casan?- le pregunte ignorándolo.
- En una semana.
- Voy por un vaso de agua- le dije soltándome de su agarre.
Me dirigí hacia la cocina, que me sabia de memoria donde estaba. Fui hacia la heladera, agarre una botella de agua. Quería estar sola, pero no quería parecer una cobarde. Escuche pasos en la puerta, que se encontraba a mi espalda, separada por una isla en la cocina. Alguien había entrado a la cocina, Estaba segura de que era él.
- ¿Donde te habías metido?- me pregunto serio.
No me di vuelta y seguí tomando el agua como si no lo hubiera escuchado.
- Emily- me encantaba como decía mi nombre- Date la vuelta- no me di vuelta, no pensaba hacerlo.
Lo sentí caminar, pero había cerrado los ojos fuertemente, no quería verlo ni escucharlo. Quería salir corriendo.
- Emily, por favor- me agarro del brazo y me di la vuelta despacio- Mírame- dijo suavemente.
Abrí los ojos lentamente, estábamos uno frente del otro, él apoyaba las caderas en la isla. Me miraba a los ojos y podía notar como estaba dolido que me había escapado y feliz de volver a verme de nuevo.
- ¿Dónde te habías metido?- repitió.
- No me toques- le dije despacio y solté mi brazo, me aleje unos cuantos pasos
- Te llame- me dijo enojado.
- Perdí el teléfono.
- Mentirosa- dijo con una sonrisa.
- ¿Que querías que hiciera?
- Te hubieras quedado conmigo
- ¿Para que?- dijera enojada- Para ver como te cogías a todas las tipas del barrio - se quedo callado.
Fui hacia la puerta para irme.
- Espera, Em- dijo suavemente sin moverse.
Me pare pero no me di vuelta
- Me duele, Pierre. Me duele estar tan cerca de tuyo. Siento que nunca te conocí de verdad. Prefiero estar lejos sufriendo porque no te veo.- dije en un susurro sin darme vuelta.
- Te amo- dijo despacio.
- Lo hubieras dicho hace años- Salí de la cocina, Salí de la casa y me fui hacia la playa.
Nota: cada capitulo es una historia diferentes, son situaciones que se me ocurren y las escribo. No tienen continuidad. Son solo momentos que nos gustaría vivir a cualquiera
Espero que les haya gustado!
XOXO
Lex...
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Relatos cortos: Romance
RomanceRelatos cortos de amor Pueden ser de amigos, conocidos, amores de la infancia, desconocidos. Puede tratar temas sensibles y WT te pueden dejar con las ganas de que sigan las historias.... Basados en mi imaginación, sueños y realidad.