Introducción.

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Siempre he soñado en escribir algo motivador, algo que a la gente le quede dando vueltas en la cabeza. Pero nunca lo he logrado.

Nunca sé como comenzar una buena historia. Considero mi vida un tanto emocionante, pero al querer contarla no consigo colocarle un inicio. Podría comenzar desde el momento en que nací, desde el momento en que mis padres decidieron divorciarse, desde el momento que comenzaron a molestarme en la escuela, desde el momento en el que conocí a mi primer amor, desde el momento en el que el mismo rompió mi corazón, desde el momento que decidí no tomar en serio la vida o del momento en que comencé a reír sinceramente.

Creo que sería bueno comenzar ahora.

Mi nombre es Petra, si... Petra. Mis padres esperaban a un hombre y querían nombrarlo tal como mi abuelo Pedro, pero llegue yo y al no ser lo que esperaban me castigaron poniéndome como nombre el femenino de Pedro... Difícil de creer, Petra. Tengo 17 años de edad y creo que es todo lo que necesitan saber de mi.

Estamos en plenas vacaciones de verano, comienzos de febrero. Mis amigas no me han hablado mucho últimamente. Kali (la menor) probablemente este pasándose el verano viendo televisión, viendo series online o videos en Youtube. Dafne (la mayor) debe estar intentando planear su cita perfecta con su novio o pasando el tiempo con Kali. Con Berny no hablo mucho en el verano, probablemente este fuera de la ciudad disfrutando el tiempo con su familia. Gabriela, que pasa sus vacaciones en la capital, queriendo salir, comer, dormir y celebrar la juventud. Yo, viajando desde mi pueblo natal, a la ciudad donde crecí... Cada semana, de aquí para allá y de allá para acá, queriendo salir, pasar tiempo con mis amigos, dormir hasta tarde y despertar en el suelo de alguna casa, con dolor de cabeza y olor a putrefacción. Vaya vida adolescente. Por supuesto, no somos aquellas nenas consentidas que hacen lo típico de las niñas que se ven en las películas de hollywood, seamos realistas... Todas tenemos entre 16 y 17 años, sin un busto pronunciado, no tenemos edad ni dinero como para andar manejando autos costosos, ni para salir de compras y haces cosas de nenas. Básicamente, al salir juntas nos alcanza para: reírnos, comer un completo barato o un helado y cargar el pase para volver en micro a nuestras casas. Realismo, eso busco.

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