Sawter.

Pero no.

Esto es horrible, terrible, asqueroso y todo lo desagradable. 
Estoy sintiendo lo mismo que una vez sentí por Sergio, o por Cristopher. Pero esta vez mucho mas intensamente. 
¿Conoces a las personas que llegan de pronto a revolver todo tu mundo? Bueno, tu eres una de esas personas.

Siento la necesidad de crear falsos encuentros casuales contigo, solo para saber que al menos estas gastando un segundo de tu vida en mi al saludarme. He pensado en salir corriendo en dirección a tu casa, pararme tras ella e intentar llamarte para que asomes tu cabeza un momento a la ventana, pero pienso en lo patética que me vería al intentar conquistarte con gestos tan "románticos". Cada vez que llego a mi casa espero verte sentado en el suelo esperando mi llegada como alguna vez me paso con algún otro pretendiente... Pero no.

Mas que tristeza, siento impotencia. De quererte (quizás amarte) tanto, siendo que tu solo juegas conmigo. ¿Como lo sé? "Me gusta el sexo, sólo busco eso... Pero tu tienes algo interesante que me gusta". ¿Cómo se supone que debería interpretar eso? y ¿Cómo te hago saber que yo no quiero solo sexo casual?  Yo quiero que me hagas enojar y luego me beses, quiero ser el motivo de tus sonrisas, quiero aprender a tu lado, quiero colmarte la paciencia, quiero que me hagas volar, quiero que caminemos de la mano, quiero estar contigo, poner mis piernas sobre tus muslos mientras te abrazo, poner mi mejilla en tu pecho y escuchar tu respiración mas de cerca. Quiero que te topes con mis besos mientras examinas mi cuello. Quiero hacer el amor contigo, pero antes quiero estar contigo de una forma más tierna, cariñosa, y única. Quiero que me conozcas, quiero conocerte, quiero ver tus gestos mientras duermes. Quiero verte bailar, verte reír y verte llorar. Quiero que nos enamoremos por lo que somos y que te enamores de mi como nunca te has enamorado. Quiero ser la única a la que puedas confiar algo vergonzoso sin sentirte mal, que hagamos cosas locas, cosas que queden grabadas en nuestras memorias. Quiero todo esto contigo. Y solo contigo... Pero no.

Recuerdo tu mano llegando a la mía y entrelazando nuestros dedos, haciendo que las palmas de nuestras manos se unan y sus lineas embonen a la perfección. Quiero ese primer beso de nuevo, ese primer día de nuevo, ese primer momento, de nuevo entre tus sabanas... Pero no.

Recuerdo la vez que hablábamos, no recuerdo muy bien de qué, porque me dediqué a mirarte a los ojos, tus ojos café claro.  Nunca había puesto en práctica el mirar directamente a los ojos a la persona que me gustase, pero ese día recordé las múltiples veces en las que leí que la otra persona se podría enamorar de uno si la veías directamente a los ojos. Y lo hice. Pero no creo que haya funcionado. Lo que si sé que ocurrió, fue que mi frecuencia cardíaca aumentó en dos segundos y mis ganas de tocarte aumentaron intempestivamente... Pero no, no podía.

Te quiero sentir, de nuevo. Jugando entre mis pechos, sujetando mi cabello para que no interfiera entre nuestros labios, tomando mi mano y besando mi cuello . Sentir tus manos nuevamente en mi espalda, por favor... Te lo pido. Por favor.

Es difícil admitirlo, pero ahora lo hago. Me enamoré. Perdidamente, me enamoré de ti Esteban... Pero no. No debo. Porque sé que tu puedes besarme y tal vez quererme... Pero no.