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¿Sabes cuando te preguntas por qué sigues viviendo?

Hago esta pregunta todos los días. Vivo una vida que no le deseo a nadie, un joven que se pasa casi 24 horas trabajando para ganarse una miseria y poder comer y vivir.
Mi madre, una prostituta drogadicta, mi padre debe haber sido uno de esos hombres también adictos a las drogas, mi madre puede que ni siquiera recuerde  quien es mi padre.

Trabajo en una cafeteria de la esquina, en un barrio donde las drogas y la prostitución es el mayor referente. Triste, pero es la realidad. Aquí es donde tengo un lugar para vivir, y que también puedo pagar. Al menos tengo un techo.

Mi sueño es poder sacar dinero y salir de este lugar, tener un futuro. Pero con lo que gano será difícil, pero como leo en un libro, soñar no cuesta nada.

Tengo 20 años, vine a parar a este lugar junto a mi mamá, no le tengo nada afecto, desde pequeño crecí viendo la forma en que ella mantenía la casa, hoy todavía está en esa casa, pero es muy raro que yo lo vea. Tu vida es algo que no quiero para la mía.

- Joel se despierta, se va a trabajar, hay gente esperando ser atendida. - escucha la voz de mi jefe.

- Estoy yendo.- Hablé y fui a encontrarme con la clientela.

Entonces me paso prácticamente todo el día, servir café y limpiar la mesa, escuchar a la gente quejarse de sus infelices vidas.
Cuando me estaba preparando para irme, mi turno había terminado, recibí una llamada. Mi viejo teléfono celular ya no podía ver quién llamaba.

- Joel, necesito tu ayuda. Cambia de turno conmigo. - fue mi compañero de trabajo. - Ya hablé con el jefe, solo di que aceptas, temprano en la mañana estoy allí, ahora en la noche realmente no puedo. - Suspiré, por la noche el movimiento no era tan intenso.

- Voy a hacer esto, pero mañana me paso todo el día en casa.

- Todo bien. Gracias Joel, buenas noches. - colgó.

Dejé mi mochila en el mismo lugar, tenía mis cosas conmigo, principalmente documentos, no podía correr el riesgo de dejarla en casa y que me robaran, como me han pasado tantas veces.

Pasé la noche trabajando, ya estaba exhausto,  después de las 6 comencé a prepararme,necesitaba dormir. Tan pronto como llegó el momento tomé mi mochila y me fui, la calle estaba tranquila, hacía un poco de viento. Puse mi mochila en mi brazo derecho, fui a abrirlo y no pude hacerlo. La cremallera de la bolsa estaba atascada. Fue cuando un auto se detuvo,  Parecí asustado y corrí.

- Cógelo. - escuchar la voz de un hombre.

- ¡No! - Hablé y dos hombres me agarraron. - ¡Déjame! - traté de salir, otro me puso algo en la nariz y de repente vi todo negro.

Me desperté en una habitación con tres personas vestidas de blanco, se acercaron. Seguía mirando todo confundido.

-  ¿Dónde estoy, quién eres tú? - Uno se acercó a la camilla y Comenzó a mirar mi cuerpo, miró mis partes privadas. - ¡Déjame!- Hablé con miedo y tratando de salirme, lo que era imposible.

- No tiene ninguno infección, está limpio. - Pronto empezó a penetrarme uno dedo en mi entrada, eso fue muy horrible. - Es virgen, como imaginamos. - habló.

- Esto nos dará mucho dinero.. - otro habló

- ¿Quién eres tú? Quiero salir de aquí. - Dije viendo a uno de los hombres dirigirse a una mesa.

- Será mejor que colabore.- otro habló y tomó mi brazo.

Miré la inyección,estaba aún más nervioso,  odio la inyección me puso esa aguja en la vena, ese liquido entró en mi cuerpo y poco a poco me mareé, luego no vi nada más.

Me desperté con gritos, miré y estaba en una jaula, mi ropa diminuta. Traté de forzar la plancha para intentar salir, no pude, mis ojos se llenaron de lágrimas. ¿Dónde estoy mi Dios?
Miré a mi alrededor y una chica estaba desesperada. Un hombre la sacó de la jaula. Miré y había varios como yo.

- Quiero irme, ¿dónde está mi mamá? ¿Dónde está mi mamá? - Ella gritó, un hombre fuerte tomó brutalmente su rostro y le puso un paño para que dejara de gritar.

- ¡Cállate perra! - dijo y se la llevaron.

Miré hacia adelante y un hombre me estaba mirando, era tan aterrador como el otro que estaba con la chica.

- Espero que te quedes callado. No quiero tener que ser peor que él. - me amenazó

- ¡No haré nada! - Dije muerto de miedo, solo quería saber dónde estoy.  Limpié mis lágrimas.

Pasaron unos minutos y vi a un hombre señalar a otro frente a mí, Se levantó y abrió la jaula, me trataban como a un animal, me tomó del brazo y me llevó hasta una cortina roja,todo estaba oscuro, De repente se abrió otra cortina y se encendió una luz sobre mí, no podía mirar hacia adelante, pero era una especie de escenario. Había gente mirándome, traté de cubrirme con las manos.

- Damas y caballeros, este es un joven estadounidense, moreno, 20 años. - habló un hombre de traje. - Se llama Joel Pimentel, es virgen, la primera puja son 100 mil euros.

Fue ahí donde me di cuenta de que me estaban vendiendo, como una mercancía, mejor decir traficada, cerré los ojos y comencé a llorar.

- 140 mil euros.- habló alguien.

- 200 mil euros.- habló una voz de mujer.

- 400 mil euros.- Abro los ojos con sorpresa.

- 400 mil euros, ¿alguien da más? - habla el hombre del traje.  La gente hablaba en voz baja, se notaba.

-  1 millón de euros. - habló una voz gruesa y sentí en mis piernas bandas de miedo. Todos estaban en silencio.

-  1 millón de euros, eso es fantástico, ¿alguién más? - Nadie dijo nada.  -  Te doy 1 te doy 2 te doy 3, vendido al Señor Velez. - El hombre habló y golpeó con un martillo la mesa.

Dios mío, ¿qué está pasando?









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Vendido a um MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora