Vendido a um Mafioso

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Pasaron los días y no tuve más contacto con Chris. Algunos intercambios de miradas que pronto intenté evitar. También estaba dándome cuenta si Emilia y Zab se volvería a encontrar al amanecer. Pero no encontré nada.

Saliendo de mi habitación, era pasada la hora del almuerzo, fui a la cocina y Clara estaba haciendo unas galletas.

- ¿Podemos ordenar la habitación, se fue el señor Vélez??

- ¡Todavía no! Pedió desayuno y Emilia fue a llevárselo. De repente, Emilia entró en la cocina.

-  Clara, el jefe te está llamando.- Emilia habló y resopló y fue a beber un poco de agua. Clara se fue.

-¿Está todo bien?

- ¡Sí, estoy cansado! Odio subir escaleras  - dijo sonriendo.

- ¡Tampoco me gusta mucho!

- ¿No vas a comer?

- No, ya comí, cuando tú te encargabas de la ropa.

- ¡Ah sí! ¡Ni lo vi! Parece que el jefe se perdió la hora, estaba muy nervioso. - Habló y Zab entró a la cocina con Richard.

- ¿Qué cara preocupada es esa?- le pregunté a Richard.

- El casino del jefe fue robado esa noche, va allí en persona para ver qué pasó.!- habló Richard y vi la mirada de Zab a Emilia.

- Entonces, ¿vas a viajar? -  Zab preguntó

- Sí, solo estoy esperando al jefe.

- El jefe debe tener cuidado.- dijo Zab

- ¡Él sabe lo que está haciendo Zab!- habló Richard y Clara entró en la cocina.

- ¡Te está esperando, Richard!

- ¡Voy yendo!- Richard habló y se fue.

- Habló cuando regrese? - Zab preguntó

- ¡No! Sabes que querrá saberlo todo y no descansará hasta que lo haga. - Clara habló.

Pasé el resto del día en mi habitación. Tratando de descifrar esa mirada cómplice de emilia y zab. Estoy seguro de que se pueden encontrar hoy.

Después de la cena, todos se fueron a su habitación, Clara está tomando un medicamento que rápidamente apaga. Seguro que ni siquiera sospecha nada. Estaba inquieto esperando que pasaran las horas. Tan pronto como sucedió salí despacio, Caminé hacia donde estaban la primera vez. Pero no hubo nadie. Decidí ir a donde estaba la habitación de Emilia. Me acerqué y escuché murmullos  con rapidez me escondí.

- Habla bajo. - Escuché su voz.

- Nadie escucha, todo el mundo está dormido. ¡¿Recibiste más información ?!

- ¡Sí! Pero ven conmigo.- dijo ella y los dos se fueron.

Seguí a los dos cuidadosamente. Terminaron en ese mismo lugar. ¿Es en serio que los dos prefieren aquí que una habitación? Miré y los dos se besaban locamente.

- Demasiado delicioso. ¿¡Te amo, sabes!?- dijo y vi que el negocio iba más serio de lo que imaginaba.

- Yo sé. Pero dime que tengo curiosidad. - Zab pregunta

- Me enviaron algunas cosas para poner en su comida. Ni siquiera sospechará. Ya me lo empecé a poner hoy, en unos días empezará a hacer efecto.

- ¿Estás seguro de que no se enterará?

- No, tomo su comida. Ahora cuando come a la cocina es dificil. Tendré que encontrar una forma. Pero Clara ya me deja hacer todo. Entonces será fácil de lograr. - Me sorprendió lo que escuché.