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No vi a Soon por unos cuantos días, tres o cuatro. Debí ser los más positivo por no pensar en que algo malo le hubiera pasado, lamentablemente, ante su ausencia me era difícil mantener un pensamiento bueno.
Por eso cuando le vi frente a mí, en aquella típica estación donde siempre tomaba el tren, me sentí aliviado. Solo unos momentos.
Su mirada era distinta. Me decía algo más que en anteriores encuentros, su sonrisa no era tan gentil como días atrás, su mirada no marcaba ese singular resplandor que de vez en cuando captaba en medio de su interés y atención hacia mí. Se mostraba decaído.
ㅡSoon ㅡsaludé con una media sonrisa.
ㅡHola ㅡrespondió encogiendo los hombros.
ㅡEstaba preocupado por ti ㅡadmití palmeando el asiento para que se sentara junto a mí.
ㅡ¿Qué? ㅡnegó con la cabeza y tomó asientoㅡ te he dicho que no pasa nada, estoy bien.
ㅡBueno, no es como si tuviera algún tipo de poder que me pudiese decir si habías llegado bien a tu hogar.
Él solo agachó la mirada. Ni siquiera posaba su vista en mí, su pequeña sonrisa desapareció. No estaba bien.
ㅡ¿Estás bien?
ㅡLo estoy.
No lo creí. No cuando su voz sonaba apagada y su semblante no desprendía la misma energía de siempre.
Fui acercando tímidamente mis manos hacia su rostro con la intención de que me observara. Necesitaba saber qué había de mal en él. No colocó resistencia, se dejó guiar sin decir absolutamente nada.
Sus ojos se encontraron con los míos, volvió su brillo... pero fue algo efímero porque cuando noté las ojeras marcadas bajo sus ojos y mis yemas trataron de acariciar su suave, y fría piel, rompió el contacto conmigo.
Apartó mis manos con delicadeza, torciendo sus labios y suspirando exageradamente.
ㅡMinghao...
ㅡNo estás bien, ¿qué tienes?
ㅡHey...
ㅡSé que no me dices mucho de ti, pero puedo apoyarte. ¿Has tenido malos días en el trabajo? ¿tu pareja? ¿te has peleado con tu...?
ㅡNo, Minghao. Nada de lo que digas ㅡagitó sus cabellos con desesperación.
ㅡ¿Entonces...? ㅡabulté mis labiosㅡ ¿qué es?
ㅡMinghao, ¿sientes algo por mí?
En ese instante, todo dio vueltas a mi alrededor. Reí como reacción, una parte de mi había entrado en negación, pero la otra se sentía bastante sofocada. La pregunta me había sacado de mi estabilidad y haberlo escuchado de la persona que inevitablemente despertó interés en mí, hizo que el impacto fuese mucho más fuerte. Vaya día.
ㅡAsí que es eso ㅡsuspiré, relajando un poco mis músculosㅡ, entiendo.
ㅡLo digo en serio.
Esbocé una media sonrisa. Estaba nervioso. ¿Qué le podía decir? Tampoco podía decir con exactitud qué es lo que sentía y responderle «sí» solo agrandaría la complejidad de la pregunta.
ㅡYo también ㅡdije burlón. Quizá esa era mi forma de afrontar la situación, no me enorgullecía, pero qué más daba.
ㅡMinghao...
ㅡSolo déjalo pasar ㅡexclamé más animado, le di un pequeño empujón, esperando que también se tranquilizara.
Soon me regresó el gesto, tal vez por obligación o porque sus intenciones eran las mismas que las mías. Puede que tampoco supiera cómo es que habíamos terminando mezclando temas emocionales a causa de unos encuentros "casuales".
