Otra pieza al tablero

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Varias ventanas más terminaron rompiéndose segundos de explosiones no muy potentes que soltaban humo, en señal de que eran bobas de humos no letales, entonces no estaban ahí para matar a nadie, solo querían a aquella mujer con vida.

-¡entrégala junto con los niños y no tendremos que lastimarte!- gritaron a través de un altavoz

Sin pensarlo agarro a Edna del piso y comenzó a cargarla con una sola mano antes de comenzar a correr por el pasillo que llevaba al otro lado de la mansión, cargando a la inconsciente Edna como si no pasara nada.

Apenas llego a la sala, cuando comenzaron a escucharse los disparos, este se lanzó al piso, las balas pasaron por encima de él, chocando contra las paredes, y muebles.

El justiciero se dio la vuelta hacia arriba, concentrándose en usar sus poderes para imitar movimientos, ya había pasado por una ocasión así antes e intentando encontrar la forma de salir de una balacera logro no solo evadir las balas si no descifrar el tipo de bala, entonces se dio cuenta de algo, no eran balas, eran dardos.

-¡Dash tenemos que ir a encontrar a Edna!- grito la chica

Al enmascarado se le había olvidado que había dos niños súper en el lugar, pero no podría contar con ellos, independiente de que poderes tenían. Así que comenzó a girar por el suelo para moverse hasta colocarse detrás de una de las paredes cercanas a las escaleras, tenía que pensar en algo rápido.

-¡Ahí está Edna!- grito el niño

-¡ve yo te cubro!-

-como se me pudo olvidar-gruño ya que había olvidado a la diminuta mujer en el piso

Volteó hacia un lado, gracias a su poder para imitar movimientos pudo ver como un niño corría a gran velocidad junto con la chica que estaba arriba de él, ambos rodeados por una burbuja de energía transparente con bordes morados, cosa que les ayudo a defenderse de los disparos.

El niño corrió hacia la inconsciente Edna recogiéndola del piso antes de comenzar a correr hacia el otro lado del pasillo, mientras que los disparos se detuvieron.

El niño apenas acababa de dar algunos cuantos pasos hacia la salida cuando una fuerza in visible que salió desde la ventana los lanzo a ambos, lanzándolos contra la pared antes de que ambos cayeran al piso.

El justiciero conocía ese poder, no cabía duda era él, lo sentí por los niños, pero era lo que tenía que hacer, por el bien de todos.

-saben- comenzó a decir el hombre mientras que el enmascarado se agachaba detrás de la columna y el jefe entraba destrozando la pared, mientras caminaba como Pedro por su casa.

-originalmente mi plan no incluía llevármelos a ustedes, pero sus padres así lo quisieron, al meterse más en mis asuntos y no aceptar lo que perdieron-

El hombre comenzó a agacharse mientras que retrocedía lentamente, era difícil con tanto dardo clavado en la pared, en los muebles y en el piso, mientras que los niños se levantaban del piso.

-ahora entréguense sin resistencia y les perdonare la vida-

-¡te llevaste a nuestro hermano!- grito el chico intentando lanzarse hacia el pero el hombre solo levanto su mano para sacar una onda de energía que lanzo el chico contra la pared.

-será mejor si se rinden-

-¡será mejor si tú te rindes!-le grito la chica.

El hombre volvió a sacar la onda de energía, hacia la chica que generó un campo de fuerza lo suficientemente fuerte como para protegerse del impacto.

Los increibles 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora