Galeria de FanArts mis Dibujos y Guiones

Solo un guion

Aquí les dejo una historia que no continuó, pero que quizá pueda hacerlo algún día, es una colaboración con mi querida amiga @I_writte_something ya los que me han leído la reconocerán porque la menciono en algunas historias como mi cooperadora, aunque últimamente esta renegada a escribir, tiene un gran talento y sigue estando en mi corazón por todos los buenos momentos y enormes desveladas que nos pegábamos platicando por twitter, jajajaja es la primera persona con la que interactué y este año cumpliremos un año de amistad YUJUU♥ 

Conste que te pedí permiso para publicarla XD

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Narra Mangel. "Hemos entrado en un proceso de cambio aquí en Karmaland, el mapa implementara cambios ya que se abrirán portales interdimensionales que nos conecten con diferentes biomas para poder tener acceso a otros recursos, ya que los que tenemos en Karmaland por la sobre explotación se están terminando, pero para poder instalar dichos portales el clima se ha puesto muy rudo, cuesta mucho conseguir una cosecha decente"

Clavo su pala en la tierra de su huerto, el sudor recorría su frente bajando por su cien, se dispuso a ir por agua con su cubo de hierro, a lo lejos venía caminando el motivo de su esfuerzo en la vida, el rubio meta humano el cual tenía orejas de oso, colita de oso y garras en sus manos y pies por lo que siempre andaba descalzo, tenía muchos años viviendo con él y solo para él, pero últimamente lo sentía distante y estaba celoso de otro meta humano que vivía en el pueblo de Karmaland, y lo peor es que era el líder del pueblo parte lobo y humano Vegetta.

Era un día tranquilo en aquel pueblo que iba encaminado a ser una gran metropolis. El sol bañaba el pueblo de Karmaland, que como siempre estaba lleno de vida. Allá, a lo lejos, se adivinaba una sombra que caminaba lenta y apaciblemente. En sus espaldas una mochila enorme y su espalda encorvada. Lolito, cansado ya de tanto recorrido había llegado por fin a su destino. Al cruzar la frontera de Apocalipsis Minecraft, que era la ciudad natal de Lolito te hallabas en tierra de nadie, y debías andar unas 12 horas hasta toparte con Karmaland. Un pueblito de unos 100 habitantes, tranquilo a no ser por las bromas que se jugaban un grupo de amigos que ahí residía. 

Cuando Lolito, con la frente perlada en sudor, la espalda cansada y su alma comenzando a resquebrajarse pudo adivinar a lo lejos un cartel enorme que rezaba "bienvenidos a KARMALAND" sobre una loma que había que subir para finalmente pisar suelo Karmaladiense. 

Entonces Lolito se supo en la que sería su nuevo hogar. 

Donde comenzaría una nueva vida y se resguardaría de su pasado, que comenzaba a pisarle los talones y que como un monstruo a veces le hablaba al oído, y le repetía aquellas ultimas palabras de su padre. Cansado, subió la loma. Y miró largo rato el cartel que le saludaba. Finalmente decidió pasar por debajo de el y así, había llegado a Karmaland. 

Había de todo, una iglesia, un casino, un banco, una heladería. El comercio sin dudas era la base de aquel lugar tan apacible. Recibió unas cuantas miradas de extrañeza, pues los pueblerinos no lograban reconocer al hombre de cabello largo, naranja y sucio. De ropas verdes que estaban a un paso de ser harapos y de tez blanca, sin olvidarnos de aquel sello tan particular que tenía :su voz y su olor. Mientras avanzaba camino abajo, las cabezas le seguían, intrigados. 

Finalmente, paró frente a la heladería. Aquel lugar rosa le daba la bienvenida, así que decidió entrar. 

-Buenas tardes.- 

El lugar era amplio, un mostrador frente a ti con dos personas atendiendo y unas cuantas mesas a tu derecha. Un hombre bajito, con nada mas de ropa que un calzoncillo de color azul, comía tranquilamente un helado con un hombre de cabello blanco y gorrito de oso, y otro mas, vestido de morado y el cabello peinado hacia arriba.