NOCHE

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NARRA GINA.

Llegue a la casa después del incidente, trate de dormir una hora pero no pude. Antes de tomar mis medicamentos, Salí a la terraza, eran la 1:00 am,  saque un lienzo que ya tenia preparado, los pinceles y el óleo, acomode el lienzo en una estructura y empecé a pintar, hacía mucho que no lo hacía, me entraron ganas de repente y lo primero que pinte fue su rostro, ojos color miel, que se alcanzaban a ver detrás de sus gafas, su cabello era negro, sus labios eran delgados rosados y definidos, su cuerpo era muy atlético, acuerpado y era alto. Le dibuje una barba que no tenía y se veía perfecto.

-       Me encanta su rostro- dije en voz alta mientras comía un trozo de pizza, desde Sebastián había bajado mucho peso y no comía sanamente, me había puesto muy delgada y estaba muy débil.

 En ese momento recordé el golpe que me había dado este chico de ojos claros, alce mi blusa, podían notarse un poco mis costillas y vi unos serios moretones – Mierda- lo había olvidado, afortunadamente Andrea, la chica con la que compartía mi apartamento, estudiaba enfermería, no éramos amigas, solo nos utilizábamos para favores.

Nuestro apartamento es bastante grande consta de tres habitaciones, dos baños, una cocina muy bonita y una sala grande, tengo dos cuartos para mí y el otro es para Andrea, hay dos cuartos muy amplios y uno un poco más pequeño y oscuro, en ese duermo yo, la habitación de Andrea está del otro lado de la sala, así que tengo más privacidad con mis habitaciones, ¿Qué Por qué dos habitaciones? Bueno, porque en una duermo yo y pues la otra es donde escondo mis más oscuros secretos, en ella se encuentran una gran cantidad de libros que me regalo Sebastián, ropa de Sebastián, regalos que me dio Sebastián, regalos que le di a Sebastián y en todas las paredes tengo todas las pinturas que le hice a Sebastián, este cuarto es un cuarto de recuerdos, es un cuarto donde aún estoy con Sebastián. Este cuarto es el único en toda la casa que permanece con llave. Andrea no sabe que hay allí, nadie lo sabe.

-       Llegueeeee – exclamo Andrea alegremente, mientras cerraba la puerta, oculte de inmediato en mi cuarto la pintura que había hecho

– Debo hablar contigo- me dijo muy contenta.

-       Yo también- dije algo adolorida- preocupada se acercó a mí, alce mi blusa y coloco cara de tragedia

-       Dime que no moriré el día de hoy- exclame sonriendo- ¿Cómo te hiciste eso?- dijo  preocupada.

-       No te preocupes solo fue un accidente, un chico para no atropellarme me metió una patada y me tiro al piso- me miro seriamente y luego soltó tremenda carcajada, todo el edificio la escucho; me reviso las costillas y dio unas pastillas para el dolor

-       Déjame decirte que yo hubiera preferido que me atropellara- dijo riéndose- sonreí- dime que era lo que debías contarme- sabía que era un favor

-       Bueno, Sé que no están permitidas las fiestas en nuestro contrato, pero por favor te lo suplico- lo dijo casi arrodillándose- déjame hacer una pequeña reunión con unos amigos de la facultad mañana, hay un chico que me encanta y quiero que compartamos tiempo juntos para que me conozca más, además, él es artista como tú- la mire seria y firme a los ojos- lo hare solo porque me has hecho más favores tu a mí que yo a ti- grito de alegría y yo no había terminado de hablar- eso si- alce el tono de voz, y me  miro con cara de asustada - cuidado con mis habitaciones, si algo entra a ellas se acaba todo.

Pareció ignorarme- no te defraudare- contesto

Me fui a mi cuarto y pegue en el techo el retrato que hice del chico de ojos claros que de pronto nunca vuelva  a ver  y pude ver su rostro y su mirada – ojala te vuelva a ver- susurre hasta quedar dormida.

Gracias por leer nuevamente mi historia, espero les guste :3

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