Los casos más trascendentes de asesinato en masa, incluyen a Charles Whitman, "El Francotirador de Texas", un joven estudiante que en 1966 asesinó a 16 personas e hirió a otras 32 en un tiroteo realizado desde lo alto de la torre de reloj de la universidad de Texas. Whitman se parapetó en una torre, desde donde podía mirar varias cuadras a la redonda, y comenzó a disparar con un rifle de francotirador a todo lo que se moviera. La terrible balacera terminó cuando un policía y un civil descubrieron desde dónde se estaban realizando los disparos y subieron a la torre, acribillando a Whitman. El asesino contaba con un enorme arsenal de armas y balas, ademas de un bolso de supervivencia y alimentos enlatados para, al menos, subsistir varios meses. Antes de subir a la cima de la torre, Whitman había asesinado a su madre y a su esposa, además de dejar una nota en la que pedía que cuando muriera, se le realizara una autopsia y revisaran su cerebro, pues él creía que allí radicaba su "mal". Efectivamente al revisar su cerebro, una vez muerto, se encontró un pequeño tumor, el cual podría haber contribuido a su incapacidad para controlar sus emociones.
