Shikanaru

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Una linda niña rubia salió del automóvil rojo que se encontraba inmóvil en la casa frente la mía.

"Ellos van a ser nuestros nuevos vecinos" mi madre acaricio mi cabello mientras mirábamos la misma ventana. La rubia se encontraba emocionada, brincaba de un lado a otro mientras veía a sus los que suponía eran sus padres.

Definitivamente la rubia iba a ser un dolor de cabeza en mi vida.

No paso ni una semana y su madre lo había obligado a salir de su cama a las 8 de la mañana para invitar a sus nuevos vecinos a desayunar, tenia muchas quejas ante esta situación.

El no los había invitado. ¿Por qué tendría que estar presente?

La rubia era un fastidio, no la conocía, pero el verla por su ventana, como brincaba de un lado a otro, corría sin parar enfrente de la calle, tenia demasiada energía. Claro era normal en una niña de su edad, pero le molestaba eso, el no tenia ni una pizca de la energía que ella poseía.

Lo habían hecho salir de su cama.

Y así, estaba sentado esperando el desayuno de su madre mientras escuchaba a su padre y al padre de la rubia hablado de cosas que el no entendía, y las risas de las femeninas provenientes de la cocina.

Y la niña rubia estaba sentada al lado de el, sonriéndole y tratando de hablarle, no quería estar ahí un minuto mas.

El desayuno inicio y la rubia había seducido a sus padres no dejaban de hablar con ella, no sabia si era su sonrisa o su linda voz, lo único que sabia es que sus padres no podían dejar de verla. Esto resultaba peor para el.

Le fastidiaban muchas cosas, pero le fastidiaban desde que tenia memoria, hoy por fin podría agregar otra cosa a su lista, no, persona.

Sus padres lo habían sacado al patio junto a la rubia, ¿Por qué seguía llamándola rubia? Estaba seguro que escucho su nombre, pero no lo recordaba, tenia relacion con la comida, solo sabia eso.

-¿Quieres jugar?-

No, no quería, es mejor estar recostado en el césped, sintiendo el agradable calor del sol.

Esperaba todo, menos que la rubia se recostara a su lado, y guardado silencio.

-Shikamaru, es muy raro, me agrada eso. En mi otra casa tenia un amigo, pero no era como tu, el era muy frio y presumido además con el no podía estar de esta manera-

-¿De esta manera?-

-Si, relajándome, el era muy competitivo conmigo-

Desde esa mañana la rubia y el tenían esos momentos donde podían disfrutar de la calma del mundo, una calma que ellos creaban solo para los dos.

No le agrado del todo ver a la rubia en su salón de clase, le tenia aprecio pero verla a diario tal vez podría causar un colapso en su sistema.

Pero tal y como lo suponía la rubia rápidamente hizo amigos, tenia esa habilidad para ser amada por cualquier persona.

Las clases pasaron y agradecía que las niñas del curso se llevaran a Naruto con ellas, pasaría el recreo con ellas, divirtiéndose y jugando, mientras el podía estar en el árbol que daba mejor sombra.

Los años pasaron y ellos seguían siendo amigos, y comenzaron los problemas con la rubia. Al entrar a secundaria, el uniforme de la rubia le quedaba largo, su falda no mostraba nada, su playera esta holgada del pecho, no tenia nada de raro, el cuerpo de Naruto no se había desarrollado, esto tenia un poco triste a la rubia al observar a sus amigas, como Ino que paso de ser una linda niña a una adolescente con suficientes cuervas, o Hinata en ella sus pechos fueron el mayor cambio, o que tal Sakura, tenia plano el pecho pero sus caderas eran anchas, y ella seguía teniendo el cuerpo de una niña.

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⏰ Última actualización: Oct 25, 2022 ⏰

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