Madness Village.

La Noticia.

Llegamos al restaurante y Andres, nos abrió la puerta trasera del BMW. Salimos del auto y se lo llevo al estacionamiento, entramos al restaurante que era muy lujoso, tenía paredes con un tapiz color crema con detalles dorados, un candelero de cristal en medio del gran restaurante, mesas con manteles blancos y sillas acojinadas rojas.

La recepcionista, con cabello rubio y ojos azules habló.

-Buenas noches, ¿tiene reservación?.- dijo mostrándose amable.

-Así es.- hablo mi padre con elegancia

-¿A nombre de quien?.- dijo ella sonriendo

-Tom Blakely. - dijo mi padre

-Sr. Blakely, su mesa lo aguarda.- tomo los menús y nos dirigió a nuestra mesa, nos sentamos y la señorita nos repartió los menús.

-En un momento llegará el mesero que los atenderá. - dijo la recepcionista y se fue a su puesto.

Vimos las cartas y llego un mesero, alto moreno y con su traje perfecto, una camisa blanca, un pantalón de vestir negro, un chaleco de vestir negro y un moño negro.

-Buenas noches, soy Simón y les servire esta noche, ¿Desean algo de beber?.- dijo muy amable.

-Para mi una copa de vino blanco, por favor. - dijo mi padre

-Para mi una copa de Vino tinto, el mejor que tenga.-

-Para mi una coca cola, por favor. - dije

-Igual para mi - dijo mi pequeño hermano.

En lo que traían las bebidas papá, empezó a hablar.

-Buena la noticia importante, es bastante buena para todos, fui elegido como Presidente... de un lugar muy ... muy.. pintoresco, Madness Village, sé que tiene un nombre muy extraño, pero de verdad es muy bonito. - dijo con ese brillo en los ojos. -Nos mudaremos mañana por la mañana. - terminó en el momento que trajeron las bebidas.

Me quedé en shock.... no podía creerlo, empezaron a pedir la comida.

-Este... yo quiero Spaghetti a la boloñesa, por favor. - dije

Al cabo de 15 minutos, la comida llegó.

No había hablado después de esa noticia, tenía miedo.

¿Miedo?

Si, miedo, de que no encajará en ese lugar... en no... tener amigos.

Salimos del restaurante y nos subimos al auto.

Todo el camino vi la ciudad... tan bella con esas luses magníficas que iluminaban las calles de Nueva York.

Llegamos a casa, y ya todo estaba empaquetado ... los muebles forrados con plástico de burbujas.

Sentí un escalofrío en toda mi espalda y baje la cabeza.

Subí a mi habitación... y vi que todo estaba empaquetado.... Me desmaquille, me quite los tacones y el collar, y me metí en mi cama con solo una sábana, aún con el vestido puesto, solte unos sollozos que quería soltar desde la noticia.

Lloré hasta quedarme dormida... y soñé, soñé con conejos y sangre.