«Estos son los requisitos, si crees que puedes ser mi único amor verdadero»
Park Jimin tiene tras él una larga fila de pretendientes en la escuela, pero ninguno cumple con sus estándares. Hasta que la llegada de Min Yoongi, el chico nuevo, pueda tal...
-¿Cómo sabías que era mi favorito? - preguntó felizmente Jimin mientras le daba una lamida a su helado.
-Me lo mencionaste la otra vez en la cafetería. Simplemente no lo olvidé - le respondió Yoongi esbozando una sonrisa al notar el ligero sonrojo que adornó las mejillas del castaño.
Caminaban tranquilamente por el centro comercial, aquella tarde Jimin le había propuesto venir con él y el menor había aceptado automáticamente, feliz por pasar más tiempo con el mayor.
Les agradaba aquello. Recorrer juntos el centro comercial mientras saboreaban su helado en aquella calurosa tarde. Sintiendo aquella simple acción mundana sencillamente correcta mientras pasaban tiempo juntos.
Cuando terminaron sus helados se dirigieron a la librería del primer piso. Yoongi parecía algo apenado y al mismo tiempo orgulloso cuando Jimin lo había pillado observando la sección de literatura clásica y Jimin se había sonreído genuinamente al descubrir los gustos de lectura de su pretendiente.
Habían recorrido la tienda de juegos, la cual estaba decorada con luces neón, provocando que un cálido sentimiento los llenara al observarse bajo aquella luz de color rosa. Yoongi había traído su cámara colgada del cuello, y no pudo evitar tomarle un par de fotografías a Jimin mientras éste lucía tan concentrado mientras disparaba en el aire con una pistola de burbujas, haciéndolo lucir tierno mientras sonreía al ver el neón de la tienda colorear las brillantes burbujas.
Habían pasado por el arcade del último piso, entreteniéndose un rato mientras luchaban por la victoria en el futbolito, descubriendo el espíritu competitivo que llevaba el otro.
En el piso de las tiendas de ropa, rozaban sus manos mientras caminaban bastante juntos sin darse cuenta. Se detuvieron frente a la vitrina de una tienda de ropa extravagante, entreteniéndose con los coloridos conjuntos mostrados en exposición.
Yoongi se dio cuenta de que los ojos de Jimin no se apartaban de una enorme camiseta color blanco, decorada con lo que parecían ser cabezas de perritos inflando bombas de goma de mascar y pequeños detalles de color multicolor.
-¿Minnie?
-¿Sí Yoon? - le respondió el mayor apartando rápidamente la mirada de aquella vitrina, enfocándose en el rostro de Yoongi.
-¿Quieres comprarla?
Jimin parecía algo nervioso mientras apartaba la mirada de Yoongi, algo sonrojado.
-¿A qué te refieres?
Yoongi lo miró divertido.
-¿Planeas responderme cada vez con otra pregunta?
-¿Mm sí? - respondió Jimin antes de que ambos estallaran en carcajadas.
Yoongi sonrió enternecido al ver la linda expresión que adornaba el rostro de Jimin mientras éste intentaba detener su ataque de risa.
-¿Entonces, quieres comprarte aquella camiseta? Al parecer te gusta - dijo Yoongi cuando pararon de reír.
Jimin lo observó con una expresión indescifrable durante un par de segundos antes de responder.
-No debería.
-¿Por qué?
-La gente... la gente se burlaría.
-¿Burlarse? ¿Por qué lo harían? - preguntó extrañado el menor.
-Las personas suelen criticar esta clase de estilo... dicen que es raro.
-¿A ti te gusta?
-...
-Minnie - dijo acercándose a él, colocando sus manos sobre los hombros de éste -. ¿A ti te gusta? - volvió a preguntar.
-Si...
-Entonces, si a ti te gusta, ¿Qué te impide usarla? Nadie se burlará de ti, tu estilo no tiene nada de malo.
Los ojos de Jimin parecieron aguarse mientras bajaba la mirada.
-Usualmente uso ese tipo de ropas en casa... me avergüenza llevarlas puestas en público - parecía avergonzado mientras decía aquello último.
-Hey, mírame - dijo suavemente mientras tomaba delicadamente el rostro de Jimin entre sus manos -. No tiene nada de malo. Es tu estilo Minnie. Al principio solía evitar leer ciertos libros clásicos en público, pero al final descubrí que lo que la gente piense de ti no tiene importancia. Cada persona tiene sus propios gustos, y no debe de avergonzarte aquello - acarició suavemente las mejillas del contrario, quitando las pequeñas lágrimas que se habían escapado sin su consentimiento -. Ser diferente es normal Minnie. Y eso te hace ser quien eres.
Jimin sonrió al escuchar aquello antes de envolver el cuello de Yoongi con sus brazos, enterrando su rostro en su cuello. Yoongi envolvió lentamente su cintura con ambos brazos, sintiendo como su corazón empezaba a latir de manera desenfrenada mientras compartían aquel abrazo.
-Gracias Yoon - le susurró Jimin al oído, sintiéndose abrumando ante la sensación de ser querido, de ser aceptado tal y como era.
Yoongi sonrió al escuchar aquello, estrechando más el cuerpo del mayor entre sus brazos mientras disfrutaba del suave aroma a shampoo de vainilla que desprendía el cabello de éste.
Plantó un suave beso en la cabeza de su amado antes de separarse.
Y Yoongi sonrió como el enamorado que era mientras Jimin tomaba su mano para dirigirse dentro de aquel almacén.
•••
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.