Una Nueva Oportunidad

EXPLORATION

Disclaimer :

La serie de NARUTO (anime como manga) pertenecen a Masashi Kishimoto.

Advertencias:

Clasificación M: Puede contener algunas escenas de sexo, drogas, alcohol, lenguaje sucio, etc.

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CAPÍTULO SEIS

"Estoy muy triste pero otra parte mía, quiere salir y disfrutar de la vida, sí quieres hacerme feliz, deberías desaparecer de mi vida, me lastimas"

Cada mañana era lo mismo, una y otra vez, levantarme de cama, abrazar a Sarada y dejarla jugar, preparar el desayuno, jugar, e ir al jardín de infantes o a mi trabajo, si no era así, regularmente estábamos en casa, hasta media tarde que solíamos salir al parque. No es una queja, me gusta mi ritmo de vida y ver a mi hija crecer, pero a veces, como este día, que seria diferente a todos los demás, me causaba nervios y emoción, a veces regresar un poquito a mi pasado.

Desde muy temprano, llegó Kiba a dejar un pequeño sistema de audio, lo instaló mientras Sarada Jugaba con Akamaru, para después irse con un "más tarde te veo", así fue mi día, varias visitas y entregas de cosas para la supuesta "pequeña fiesta de inauguración", sonreí contenta, se sentía bien el poder tener a mis amigos.

Sarada como era de costumbre, tomaba su siesta de medio día, mientras yo discutía internamente sobre qué ponerme, sabía que mi cuerpo no era un desastre pero si mi autoestima.

Cerré mis ojos, tomando un respiro ante mis miedos y mi baja autoestima, pensé en mi "yo" del pasado, la manera tan sencilla en la que decidía, este día sería diferente y quería ser alguien diferente, no quería sentir miedo.

Escogí un vestido corto, de tela delicada y vaporosa, su color blanco con un delicado tono azul, me gustaba. Tenía tiempo sin usarlo, me vi al espejo mientras arreglaba mis cejas y ponía un poco de delineador en mis ojos, rubor por aquí y algo de brillo en mis clavículas, al final puse un labial delicado en mi boca, que extraño es usar un poco más de maquillaje del normal o que en un gran tiempo había dejado de usar.

Mi cabello era largo y simplemente lo cepille con mucha paciencia.

Es muy raro, tomarse más de cinco minutos para arreglarse.

La simbiosis, que una como madre adquiere con sus hijos, suele ser muy fuerte y una se olvida de sí misma por un largo tiempo, no es malo, se los juro.

Es un proceso natural y de supervivencia, nosotras como madres en cuanto tenemos un hijo nos hacemos perceptivas de sus necesidades y muchas veces olvidamos las propias, más siendo una madre cumpliendo ambos papeles del hogar.

Mi cabello estaba listo, suspiré aliviada, aun no despertaba Sarada...

Ya estaba despierta y me dirigí directo a su habitación, estaba sentada, jugando con sus peluches y sus ojos grandes y redondos me veían directamente, nunca me había visto así de arreglada ni vestida, ella sonrió genuinamente, mientras yo sacaba una nueva muda de ropa para ella, logré cambiarla.

Terminaba de hacer de comer, mientras Sarada jugaba en la sala de estar, hacia grandes pucheros pues quería salir de ahí al enorme patio que teníamos, pero aún no estaba listo y me reproche a mi misma, por no ver ese detalle en mi hogar.