Regresando a ti

El Devenir

Buenos días, mi nombre es Anthony y hoy les presento una historia un poco distinta. Como ya habrán leído en el título esto se basa netamente en un "isekai", a partir de la muerte del protagonista. 

Tomando en cuenta que el mundo al que va, es la tierra de los espíritus del evento de Flor Espiritual, por consiguiente esta aventura romántica se centrará fuertemente en OC x Kindred. y en sus aventuras mientras logran convivir junto con los otros personajes del mismo evento.

Este será mucho más íntimo para mí que mi otro relato, más que nada porque exploro mi humanidad más allá de ser escritor por hobby. Así que les pido encarecidamente que me regalen un voto y un sus hermosos comentarios serán muy bien apreciados.

Sin más que agregar les dejo la lectura.

º*º

El mundo es un lugar cuantioso, lleno de sitios maravillosos al igual que de hermosos parajes. Perfectos para compartir con una pareja, con una vacación entre compañeros de clase o un viaje de amigos. A pesar de lo antedicho, en mi corta vida jamás he logrado salir de este páramo. Lo más lejos que logré llegar fue a uno de los estados frontera con un país vecino.

Mi vida no ha sido totalmente idílica, pues estuve mintiendo tanto a los míos como a mí mismo por un tiempo tan largo como insoportablemente tedioso. Comportándome según las virtudes que en mí creí tener, y recorriendo un camino que me obligué a seguir, por el único hecho de "Esto es lo que me tocó, debo mantenerme en él". Esto lo supe, tarde. Exageradamente tarde...

Una lesión que devino en una parálisis casi total de mis articulaciones inferiores no me detuvo, seguía sonriendo y manteniendo el buen ambiente entre mis compañeros universitarios. Sin embargo, cada día que transcurría; sabía perfectamente que mi vida estaba empeorando.

Los excesos se hicieron presentes, ya no era solamente el cigarrillo que adornaba mis labios después del almuerzo, con una taza de café. Eran las inaguantables prescripciones médicas para continuar mi trayecto sin tantos atascos provenientes del dolor. Sin importar que ya no tuviera movilidad en ambas piernas, los sentidos de las mismas estaban completamente funcionales. 

Los nervios lastimados provenientes de esa lesión, jamás sanaron. Solo estaban allí, cada día atrayendo una preocupada visión médica. Y alargando la lista (ya de por sí enorme) de medicamentos.

De manera tardía había comprendido que mi caminar por mi alma máter, fue completamente errado. En una época pasada había tomado la decisión de optar por una carrera científica, química, para ser más exactos. Pensando de manera soez "Pues eres un hombre de ciencias, ¿qué tan mal puede salir estudiar algo que no es lo que quieres, pero se entremezclan aunque sea un poco?" 

Fueron tres años los que le dediqué a esta carrera, que a pesar de haberme brindado hermosos recuerdos con compañeros que atesoraré por el resto de mi vida. Como mi cumpleaños número dieciocho. O tal vez mi primer y único amor universitario, sin duda... No existe nada como realizar las tareas las cuales amas, y por las mismas que te roban el suspiro. En mi caso, siempre desee estudiar biología.

Impaciente me encontré al saber del estado de mis heridas, reconocer que jamás volvería a utilizar las piernas me desgarraba el alma. Soy un hombre por encima de la estatura estándar de este país, y pensar que jamás podré realizar los deportes que más amo. Me carcomía el alma.

Habían pasado muchas eventualidades a lo largo de estos meses, y a raíz de una emergencia en tema de salud pública mundial. Todos nos vimos arropados bajo la idea, de resguardarnos en nuestros hogares. Por temor y pánico a contraer una enfermedad de la cual no se tiene aún casi estudios o respuestas a la misma.