Jin te besó en el cuello mientras te embestía gruñendo tu nombre mientras pasabas las manos por su espalda haciéndolo gemir, le encantaba la forma en que le pasabas las uñas por la piel. Estabas perdida en puro éxtasis, pero él estaba un poco inseguro porque habían estado juntos durante seis meses y cada vez que tenían sexo nunca hablabas en voz alta, él asumió que era porque eras tranquila en el dormitorio, pero cuando te estaba comiendo el otro día, dejaste escapar un gemido pornográfico y te pusiste la mano sobre la boca, rogándole que se detuviera antes de salir de la habitación y no volver a verlo durante una hora.
"Mierda", gimoteaste moviendo las manos desde su espalda para agarrar su bíceps, él dejó de pensar que estabas lastimada e incómoda y dejaste escapar un gemido de protesta.
"¿Por qué te detuviste?" Hiciste pucheros con tu labio inferior y Jin no pudo evitar reírse de lo linda que te veías así.
"Lo siento, nena, solo pensé que estabas herida". Te besó con cariño y comenzó a empujar lentamente dentro y fuera de ti otra vez. Le molestaba que no hicieras ningún ruido, pero no quería parar considerando que te habías quejado cuando lo hizo hace un segundo. Pero el sonido que había salido de tu boca lo estaba volviendo loco y se moría por escucharte hacerlo de nuevo. Tomó tu pierna izquierda y la puso sobre su hombro, inclinándose más profundamente dentro de ti para poder empujar tan rápido y fuerte como pudiera, saliendo de ti y haciéndote gemir.
"Joder Jagiya, suenas muy sexy", gimió frotando su punta entre tus pliegues haciéndote gemir y esconder tu rostro. Fue entonces cuando se dio cuenta de lo que estaba mal.
—No eres muy callada en la cama, ¿verdad? —Sacudiste la cabeza tímidamente y él detuvo todos los movimientos. No quería seguir adelante hasta saber que estabas bien.
"¿Estoy haciendo algo mal?" Volviste a negar con la cabeza y lo miraste.
—No Jin, eres increíble en realidad, es solo que... —Te detuviste sin saber si querías hablar de ello.
"Mi ex, él como que... hacía comentarios sobre mis gemidos y solía reírse mucho de mis gemidos, así que supongo que simplemente..."
"¿No querías que yo hiciera lo mismo?" Asentiste y él suspiró, recostándote contra las almohadas y besándote el cuello.
"Nunca me reiré de ti, Jagiya. Ahora relájate, ¿de acuerdo?" Te reíste suavemente mientras él te acariciaba el cuello con su aliento y asentías con la cabeza. Lentamente se acomodó de nuevo en ti y te mordiste el labio para reprimir un gemido por costumbre, pero eso solo hizo que la sonrisa de Jin creciera.
"Sé que puedes ser ruidosa, nena, quiero que todos sepan quién te hace sentir bien. ¿Puedes hacer eso por mí?" Te apretaste contra él por sus palabras y él sonrió mientras tomaba tu pierna derecha y la colocaba sobre su hombro antes de empujar más fuerte dentro de ti.
Al final de la noche, los vecinos y el resto de la calle seguramente sabrían que Jin era el que te hacía sentir bien, ya que eso era todo lo que salía de tu boca durante el resto de la noche.
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