Capitulo Uno

2.5K 242 39
                                    

Harry caminaba de una tienda a la otra, Hermione y Ron intentaban seguirle el paso a su amigo y responder cuando él les preguntaba si el objeto que agarraba sería adecuado para regalar. Y aunque se pasaba la opinión de sus amigos por donde no le daba el sol, la pareja era paciente con su mejor amigo y seguía acompañandolo a todos lados. Pero evidentemente la paciencia no era una gran virtud de Ron y estaba comenzando a impacientarse.

- ¿Porque simplemente no vas con una linda tarjeta de cumpleaños, de paso le pides disculpas por todo lo que estuvo pasando entre ustedes estos años y que quieres follar con él en un tiempo futuro? - y aunque no había nadie alrededor de ellos, Harry le envió un hechizo enmudeciendo a Ron y haciendo que este rodara los ojos ante la actitud infantil de su amigo.

- No es mala idea - Hermione ya estaba tan cansada de ir de un lado a otro por Hogsmeade que apoyaría incluso la idea de que Harry con un lindo moño en la cabeza y totalmente desnudo fuera el regalo de cumpleaños de su profesor.

- ¡Hermione, como voy a decirle eso! - la castaña rodó los ojos.

- Hablaba de la tarjeta - Harry se sonrojo y se aclaro la garganta antes de decir algo.

- Oh, sí, claro, la tarjeta - Harry se pasó la mano por el pelo algo frustrado por lo saber que darle de regalo a su profesor - Pero creo que lo más probable es que Snape me rompa la tarjeta en la cara y me cierre la puerta en mis narices - y aunque Hermione quería ser positiva, debía admitir que lo más probable era que su profesor si hiciera eso.

- Entonces no se, ya nos recorrimos todo Hogsmeade, Harry - la castaña se detuvo y Ron choco con ella por estar distraído intentando sacarse el hechizo de silencio que tenía encima, Hermione hizo un movimiento de varita y Ron sintio su lengua despegarse de su paladar dejándole hablar.

- Harry, eres mi amigo y acepté que te gustara Snape, pero no pasare el resto de mi día libre buscando un regalo para el murciélago solo porque quieres disculparte con él para luego poder follartelo sin el odio que te tiene de por medio - y aunque Hermione odiaba el lenguaje vulgar que estaba usando Ron, debía aceptar que el pelirrojo tenía razón, ya que el ojiverde podría haberle comprado cualquier cosa de las que ya habían visto desde libros hasta elementos para hacer pociones.

- Harry, ¿No crees que mientras vayas siendo sincero y con una real intención de ser su amigo, el regalo no debería importar? - la castaña intento convencer a su amigo de solo comprar cualquier cosa con tal de volver al castillo o aunque fuera a descansar a las Tres Escobas.

Pero Harry era terco como una mula y no se iba a rendir tan fácilmente, porque él encontraría un regalo perfecto para el ojinegro.

- No Hermione porque tiene que notarse que compre algo especial y que pensé en él, no siemplemente algo para quedar bien y ya - el ojiverde siguió caminando - Ustedes pueden volver al castillo si quieren, luego los alcanzo en la sala común - y con eso dicho, se fue dejando a sus amigos atrás, los cuales negaron con la cabeza ante la terquedad de su amigo.

Harry estaba convencido en encontrar algo para su profesor, pero debía admitir que ya no tenía muchas opciones, había pasado por la librería, la botica, la tienda de antigüedades, incluso se había pasado por tiendas de ropa o que vendían accesorios para varitas pero nada lo había convencido. Y ya se estaba desanimado, pensando que tal vez la idea de Ron no era tan mala, ¡Exceptuando la parte de follar con su profesor! Ni loco le diría algo como aquello. Y aunque le tenía ganas, eso sería para mucho más tarde, primero debía intentar tener una tentativa amistad con su profesor y si funcionaba tal vez le saltaría encima. Tal vez.

El ojiverde ya estaba algo cansado de ir y venir, entrando a tiendas que ya había entrado y mirar las mismas cosas que ya había visto. Así que no se dio cuenta que iba a chocar con alguien hasta que lo hizo, cayendo al suelo él y la persona con la que chocó. Harry levanto la mirada encontrándose con los ojos que no pensaba ver hasta dentro de unas horas y eso si encontraba en valor para ir a desearle un feliz cumpleaños, pero por cosas del destino se había cruzado con él, y tal vez en el momento más oportuno.

- Potter - Harry pasó saliva y se levanto rápidamente, y aunque hizo el amague de ayudar a su profesor este simplemente lo ignoró y se levanto por cuenta propia - Ten más cuidado, mocoso - y Harry que esperaba insultos e incluso algún castigo se sorprendió cuando su profesor solo le dijo eso y camino lejos de él.

Pero Severus no llegó muy lejos cuando se dio cuenta de su cabello suelto, tanteo su cabello y miro hacia Harry de nuevo. El ojiverde se sobresaltó ante la mirada escrutadora de Snape, pero el ojinegro sólo estaba mirando atentamente el suelo, buscando algo. Y cuando lo encontró se acercó rápidamente hacia Harry, el cual se asusto pensando que Snape le diría algo, pero él solo tomo una cinta color negro del suelo, la sacudió frente a su alumno antes de colocarsela nuevamente en su cabello, atandolo en una coleta en su nuca. Todo eso frente a Harry, al cual le pareció una imagen sublime, ver como los músculos de los brazos se tensaban mientras el ojinegro se ataba el cabello, como su pecho se ensanchó cuando los brazos fueron hacia atrás para atar la cinta y como algunas hebras se soltaron de la coleta enmarcando el rostro del mayor. La boca de Harry estaba abierta literalmente y Severus lo notó, y pensó que podía hacer que esa expresión fuera más grande. Una sonrisa apareció en el rostro de Severus y mirando al ojiverde, teniendo toda su atención, le guiño un ojo antes de alejarse.

Y evidentemente, y aunque Severus no pudo ver la cara del ojiverde, Harry había abierto más su boca e incluso había jadeado ante lo que había visto. Y si hubiera sido por voluntad del cuerpo de ojiverde estaría desmayado en el suelo pero se obligó a no pasar vergüenza en público y solo se quedó babeando en su lugar por su profesor de pociones. Y aunque se había puesto en evidencia ante su profesor al menos ya sabía que regalarle para su cumpleaños.

Me atrace por diez minutos y acá en Argentina ya es diez de enero, pero nada va a impedirme publicar esto.

Un pequeño regalito por el cumpleaños de nuestro profesor favorito.

¡Feliz cumpleaños Sevie!

¡Feliz cumpleaños, Profesor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora