i̷t̷ ̷w̷a̷s̷ ̷o̷u̷t̷ ̷o̷f̷ ̷n̷e̷c̷e̷s̷s̷i̷t̷y̷ [Frededy] [Terminada]

[Cap 40]

Narra Narrador

El castaño ojiazul abrió los ojos cuando sintió algo caliente caer en su pecho, al abrirlos vio como aquel hombre eyaculaba haciendo que sintiera como aquel líquido comenzaba a escurrirse en su pecho

Ese hombre siguió jalando su pene mientras pequeñas gotas aun seguían saliendo y chorreaban por su mano, al terminar abrió los ojos y retrocedió con una expresión de indiferencia, el mayor se movió frenéticamente al trapo tirado en el piso y lo levantó con algo de torpeza, no tardó mucho en comenzar a limpiar su mano y zona genital, entonces fue con el castaño y comenzó a pasar ese paño por todo su pecho

Al terminar aquel hombre solo se fue pero miró otra vez al menor antes de ver la puerta, parecía estar pensando en muchas cosas mientras lo veía, caminó detrás de la silla donde estaba el menor el cual escuchó que se movían  algunas cosas, no podía ver que hacia y eso lo asustaba más, después de lo que había pasado tenía mucho miedo de lo que aquel hombre pudiera hacer con él

Entonces escuchó un pequeño sonido, aquel hombre volvió a pararse frente al menor, el tipo se veía algo agitado y nervioso, las pupilas del castaño se empequeñecieron al ver lo que tenía en su mano, era una larga barra de metal cuya punta estaba al rojo vivo

El ojiazul nuevamente se removió en el asiento tratando de liberarse sin embargo las ataduras estaban muy bien sujetas

Hombre desconocido: Perdón -fue lo único que pronunció el tipo-

El ojiazul se movía bruscamente en la silla tratando de liberarse o que el tipo se alejara, lo último funcionaba pero no demasiado ya que aún así el tipo se mantenía a una distancia donde el menor tenía la ilusión de ya oler su propia carne quemada, el tipo en ese momento saco una jeringuilla con el mismo líquido que le inyectaron hace quien sabe que hora ya que ahí no se tenía en cuenta la hora, antes de poder inyectar eso en el cuello del menor el tipo se detuvo de golpe

El mayor golpeo con su puño el rostro del menor casi desfigurando la nariz del más bajo

Hombre desconocido: ¡quédate quieto o no funcionara! -dijo desesperadamente y a la vez aterrorizado-

El menor entendió que debía dejarse marcar permanentemente por lo que solo cerro los ojos, pero al sentir un portazo se sorprendió al ver quien era el causante de tal entrada

En la puerta había una mujer con una pistola que el hombre al verla se quedó aterrado, ella hizo una mueca y simplemente le dijo que se fuera, antes de irse le dio al ojiazul una mirada y sonrió levemente antes de entrar al cuarto, el castaño no sabía que creer

¿Lo había salvado? Ya no podía estar seguro de nada

Mujer desconocida: que niño más lindo trajeron los hermanos dorados -dijo la mujer la cual su cabello era negro y largo, tenía puesta una minifalda junto con una chaqueta del mismo color y una camisa debajo-

La mujer se sentó sobre las piernas del menor

Mujer desconocida: Con razón les interesaste tanto -dijo viendo detalladamente el cuerpo del más bajo-

Inspeccionó un poco la nariz torcida del castaño, en eso suspiro mientras la sujetaba con fuerza y con un ligero sonido la enderezó, el gemido de dolor que soltó el menor fue grande, el dolor que sintió fue fugaz, pero fuerte, la pelinegro desató la cinta detrás de la cabeza del castaño el cual escupió la bola de plástico aun lado y tomó una gran bocanada de aire