HALF A HEART | Mario Götze | Editando

6.

Cuando llegamos a las gradas Nina sigue ahí -a donde más iría- parece impaciente, no nos ve llegar, pero cuando nos escucha acercarnos se voltea a verme con una sonrisa que se borra instantáneamente al ver a Bastian, pone cara seria con una pequeña ''o'' en sus labios rojos.

—Hey Nina -musito y ella sonríe levemente- él...él es Bastian -rasco mi cabeza- y Bastian -tiene una con una sonrisa gigante, como la de un niño pequeño y malcriado- ella es Nina

—Hola preciosa -saluda el, toma su mano y la atrae bruscamente para saludarla en la mejilla, ella se limita a reír, esto es tan Bastian-

—Hola Bastian

—Bueno ya se conocieron, hermano lo siento pero Nina y yo tenemos que ir rentar algunas películas -tomo su brazo y me dispongo a irnos, pero nos detiene-

—¿Películas? –Nina asiente en respuesta, ¿por qué sonríe?- ¿estoy invitado? -ella voltea a verme, esperando a que responda-

—Uh...si, claro -¿por qué lo dije?-

—¡Perfecto!, ¿en tu casa cierto, Götze?, bueno iré por mis cosas y los veré allá -se aleja corriendo, no sin antes guiñarle a Nina-

—Bastian Schweinsteiger -me dice con emoción, después de salir del estadio- no puedo creerlo

—Bueno, yo soy Mario Götze y me parece que no actuaste así cuando me conociste -voltea a verme con su ceño fruncido y después ríe como si le hubiera contado un chiste-

—Bueno, pues resulta que te conocí de manera diferente, déjame recordarte -remarca sus últimas palabras- que tú me tiraste, casi muero

—¿Ahora resulta que soy un presunto delincuente y asesino?

—Lo siento pero no lo siento, es la verdad -nos miramos fijamente, después sonreímos y finalmente la tomo de los hombros con efusividad y alegría-

—Y ahora me ahorcas, no cabe duda Mario Götze eres un futuro asesino -retiro mis brazos-

—No es cierto, soy un futbolista, muy bueno por cierto -le guiño- deberías de sentirte bien

—Visto –dice riendo, dándome entender que ha ignorado lo que dije-

—My lady -le abro la puerta de mi auto para que entre, ella rueda los ojos divertida-

—Que amable -comenta con sarcasmo-

—Nada te parece ¿sabes? -cierro la puerta y rodeo el auto para subirme- ¿qué película veremos? -pregunto cuando estoy adentro-

—Harry Potter -responde con emoción-

—No –arranco y comienzo a manejar- me dormiré si veo esas películas, ya las vi, además duran mucho