➽───𝓢𝓪𝔂 𝓲𝓽────❥

♡ཻུ⃝⃬𝓗𝓸𝓹𝓮𝓯𝓾𝓵

- Yo me encargaré de él.

- ¿No crees que te estás encariñando demasiado con él?

- No veo lo malo, después de tanto tiempo trabajando con él... Además, tampoco tiene a nadie, ¿o acaso ya has encontrado a su madre o a su padre, cuando ambos han salido del país o directamente no existen?

- No, pero... 

- Entonces, yo cuidaré al chaval.

Narumi solamente puede escuchar a Ryuuji hablar tan decidido. Está demasiado aturdido como para poder actuar o decir cualquier cosa. La manta que cubre sus hombros ni siquiera le transmite el calor que debería. Todo ha ocurrido más rápido de lo que desea y este es el resultado. Un diminuto chico mirando sus manos asustado.

- Chaval.

- ...

- Entiendo que estés mal y que no quieras bajarte de esa ambulancia, pero, debemos irnos.

- No... No quiero...

- Claro que no quieres, yo tampoco querría, pero, no debes. Narumi, debemos regresar.

- Pero, Mitsuki...

- Narumi -. su voz serena le despierta - Está lejos de tu hermano... No, no es tu hermano, de él.  Está siendo tratada por la gente más profesional que he conocido. Está con nosotros, Narumi. Está contigo.

El chico, queriendo creer en esas palabras se levanta. Se acerca al detective, quien lo lleva mientras apoya su mano en su hombro derecho. Es consciente de que ahora Narumi, más que nunca, está poco estable emocionalmente.

- Oíste eso de que te quedas a vivir ahora conmigo, ¿no? - su repuesta es un leve movimiento de cabeza - Bien, entonces, solamente iremos. Otro día, en el que te sientas mejor, podemos pasar a recoger tus otras pertenencias, ¿va bien?

- ... - vuelve a mover su cabeza en silencio a modo de afirmación.

Ryuuji simplemente lo mira de reojo, sin ser capaz de decirle nada. Teme romper a ese pequeño chico al decir la más mínima palabra. El viaje en el gran coche del detective es uno silencioso. Es oscuro y hasta frío. Narumi no lo entiende. Su acompañante es uno que siempre le tranquiliza y hace sentir seguro, ¿por qué ahora solamente ve oscuridad? Seguramente por la pérdida de esa chica de cabellos rosas.

Ese pensamiento le acompaña durante los primeros días viendo en la casa del hombre de ojos oscuros. Este, con su aura serena, simplemente intenta ayudarle de la manera más inocente que puede, sin embargo resulta imposible.

Se ha hundido en lo más profundo al perderla. La primera persona que creyó en él. Su primera luz de esperanza. Su primera amiga. Su primer amor. Todo aquello se ha evaporado para los ojos de Narumi. Todo es distinto. Todo es oscuro, frío y deprimente.

- Narumi, chaval, tenemos que hablar.

- O-Oh... ¿N-No p... podría ser más tarde?

- ... 

- E-Esto... Y-Yo...

- Lo lamento, no quise darte la impresión que no es. Cuando quieras, escúchame, por favor.

Narumi nunca podrá agradecerle la paciencia y respeto con el que le trata el detective. En parte, ese es el motivo principal por el que no se ha atrevido a decirle nada importante. No quiere hacer que algún día salte la peor parte del detective, después de haber tenido toda esa capacidad de comprensión. 

- ... Shirogane. 

- ¿Sí?

- Usted... Um... Y-Ya sabes...