De Venus a Urano

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Giramos ambos, contracorriente,
diferentes, extraños...
Mas yo estoy sola, en un eterno mediodía de verano,
Y tú allá entre tus lunas y anillos, en la lejana zona gélida
de un espacio inhabitado.

Con tu ecuador a la par de tu órbita,
consecuencia de un pasado de colapso,
quieres camuflar tu llanto en risas,
sin notar que tu dolor ya he descifrado.

Y a la distancia de dos mil ochocientos millones de kilómetros,
jamás llegará a ti, lejano amigo,
aunque intente proyectar mi mano,
el sonido moribundo
de este descuidado y torpe
"Te amo".

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