UN NUEVO COMENZAR (Yaoi)

CAPITULO V

-Tanto tiempo de no vernos ¿Fueron tres años? Has cambiado mucho-dijo Ryuji, mientras tomaba un sorbo de la malteada que había pedido, su manera de ser sigue siendo exactamente igual, ahora que lo veo, traía un tocado en negro con adornos a juego con sus ojos, una camisa fucsia con un chaleco largo de lanilla en negro, y pantalones ajustados -casi que no te reconozco.

-Tú también te ves diferente.

-¿Diferente mal o diferente bien?

-Diferente bien, te ve distinto, aunque tu personalidad sigue siendo igual de terrible-dije entre pequeñas carcajadas que se me escapaban de vez en cuando.

-¿A si? Tomo ya me lo había dicho antes, pero no le creí ni una palabra-confeso a esto último dicho.

Estuvimos hablando por un rato de temas variados pero en ningún momento de él, la curiosidad me estaba por matar y me decidí por preguntar...

-Y... ¿Tomo? ¿Cómo ha estado?

-Tomo... el...-sorprendido por mi pregunta, el comenzó a ponerse nervioso y respondía como podía-él ha estado bien... viaja mucho... la última vez que lo vi estaba viajando por Europa-y ahí me di cuenta de la mentira, en el momento en el que Ryuji dejo de titubear...

-¿Por Europa? ¿Tu estas seguro de eso?-contrataque, si eso es verdad, entonces Tomohisa no es el hombre misterioso, y si no es Tomohisa entonces todo este tiempo he estado equivocado, pero Ryuji sabe perfectamente bien que no me equivoco.

-Em... si... estoy seguro, él no está en este país, además... ¿Por qué te interesa tanto saberlo?

-Muy seguramente él ya te haya contado algo... ¿Dime es cierto eso de que lo viste la semana pasada?-dije insistiendo en el tema.

-Es cierto ¡Oh! Mira la hora, ya me tengo que ir, el trabajo no debe esperar, Kazu-se acercó y me saludo a lo Europeo, con doble beso-fue un gusto volverte a ver, tenemos que repetir esto algún día, ahí te deje mi numero agendalo y mandame un mensaje cuando quieras, nos vem-

-¿Por qué no me lo quieres decir? ¿Él te pidió que no me lo dijera?

-Ay, Kazu no me pongas en esta situación, por un lado estas tú y por el otro está mi mejor amigo, tu sabes que le soy fiel aun en estas cosas-se defendió.

-¿Por qué te cuesta tanto decirme que era él? No pasó nada del otro mundo, solo quiero aclarar mis dudas...

-el por qué, lo sabrás pronto, por ahora solo conformate con saber, que si nos necesitas, siempre estaremos cerca-dijo esto y se fue sin mirar atrás, trate de ir tras él, pero ya era demasiado tarde, cuando no me di cuenta, él ya había desaparecido de mi campo de visión...

Me fui de ahí desconcertado ¿Por qué tanto misterio? Esto solo me dejo una cosa en claro, el hombre misterioso es Tomohisa Kitakado, y por alguna extraña razón, de la que aún no estoy al tanto, ha estado apareciéndoseme en lugares extraños y de formas extrañas ¿Por qué es tan difícil venir y simplemente hablar? ¿Acaso tiene algo que esconder? Ya en la entrada del departamento pose mi cabeza sobre la puerta y con mucha pesadez sobre mis hombros, logre abrirla, me metí dentro y me quede parado en frente de esta, pero ahora por el lado de adentro...

*Tin ton*<-sonido de timbre

Perdido aun en mis pensamientos tome entre mis manos el pestillo de la puerta y la abrí, mis ojos se pegaron a la persona parada del otro lado, se notaba que estaba abatido, se nota que había estado corriendo, y como por arte de magia volvió a mantener la calma...

-Hola-dije, ahora sí, llego el tiempo de aclarar dudas-pasa-le invite a entrar, una vez lo tuve dentro, cerré la puerta con seguro, porque de aquí no lo dejo salir hasta que me explique hasta la última de mis dudas.

-Has cambiado...

-Gracias, todos los integrantes de B-PROJECT me lo han dicho... ¿Por qué te escondes tanto? ¿No era mejor hacer esto en vez de andar por ahí como un fantasma?

-Hay una razón para todo esto-su cara no reflejaba emoción alguna, sus ojos celestes estaban por apagarse, lo tenía sentado en el sillón del living mientras yo estaba parado frente a él en espera de una explicación, una explicación de la que ni yo estoy seguro.

-Así parece, pero al parecer Ryuji no me la podía decir y seguramente tú tampoco me la dirás-levanto la vista en mi dirección y me miro con asombro ¿Acaso piensa que enserio creeré lo que me diga?-pero dime si hay algo que puedas decir, aunque sea una mentira, quiero escucharlo...

Pero la respuesta que recibí no fue, para nada, la que esperaba, él ahora se encontraba parado, muy cerca, en frente de mí, tomo mi cintura entre sus brazos e hizo que el espacio se disminuyera tanto, que podía sentir su aliento en mi rostro...

-¿Qué hac-silencio mis reclamos con un beso, un beso suave pero que insistía por mas, mis ojos totalmente abiertos por las sorpresa, sin saber cómo reaccionar, me deje estar, el beso comenzó a volverse intenso y su lengua rozaba mis dientes pidiendo ingresar, lo permití, sin resistirme mucho, ahora era una guerra, una guerra de besos que termino sobre el sillón...

-¿Cómo es que puede provocarme esto un simple beso?-pronuncio él entre besos, no sé si fue por el ambiente, o, por el cansancio que traía encima, pero poco a poco comencé a perder mi conciencia y después de eso... nada...

*A LA MAÑANA SIGUIENTE*

-¡Tomohisa!-grite exaltado en mi cama-¿Qué fue eso? ¿Un sueño? No, eso no, no fue un sueño-el calor de sus labios y el ardor de mi lengua todavía los sentía, mi piel erizada sobre el toque de sus brazos rodeando mi cintura se sentía reciente, real...-¿El, en verdad... me beso?

Vi la hora y ya se me había hecho tarde para ir a trabajar, así que llame diciendo que hoy me ausentaría por un dolor de cabeza insistente que no me dejaba en paz, aunque en el fondo realmente... no estoy mintiendo del todo...

Continuara...