CAPITULO VIII

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Tomohisa ingreso al pequeño cuarto y cerró la puerta detrás de él, el movimiento que hizo me tomo por sorpresa, así que caí sentado sobre un banquito alto que se encontraba situado en una esquina, él se puso entre mis piernas y comenzó a apretarse contra mi intimidad de una manera muy descarada...

-¿Y las personas de afuera?-pregunte con la respiración entrecortada.

-No te preocupes por ellos, los deje distraídos –dijo para después morder el lóbulo de mi oreja.

-Tomohisa, eso se siente extraño.

-Tranquilo, te tienes que relajar, todavía ni si quiera hemos comenzado...

Tomohisa se deshizo del nudo de mi bata y quede totalmente desnudo sobre el banquito, comenzó a recorrer mi cuerpo con sus manos, mientras besaba mis labios, mi cuello, mi cuerpo, llego a mis pezones empezando a lamer y mordisquear levemente...

-Espera, tomo eso es raro, no... lo hagas...

-Me prende que me llames Tomo, repítelo, repite mi nombre entre tus susurros de desesperación...

Descendió hasta quedar entre mis piernas...

-¡¿Qué estás haciendo?!

Me miro salvajemente y metió todo mi miembro dentro de su boca, cubrí con ambas manos mi boca para callar el pequeño gritillo y los gemidos que se escaparon por mis labios...

-No lo hagas, no cubras tus gemidos, quiero oírlos...

-Pero... ah... ¿Qué pasa si alguien nos escucha?...

-No te preocupes por eso-dijo formado una sonrisa pervertida-nadie puede oírnos en este momento.

Sin ni siquiera inmutarse, continuo con su objetivo, esto se siente raro, no puedo creer que sea yo el que este aquí, porque tiene que ser tan sexy...

-Tomo... ya ah... para creo que yo... voy...a...-no puedo hablar ¿por qué me siento así? Tomohisa no se detuvo aunque le dije que parara, termine viniéndome en su cavidad bucal y él se tragó hasta la última gota de semen sin dejar un solo rastro. Me baje del banquito para quedar a su altura y regañarlo...

-¿Por qué hiciste eso? No tendrías que haberlo tragado, eso fue muy imprudente- la respuesta que recibí por el regaño que le estaba dando, fue una carcajada ¿acaso se está burlando de mí?-¿Qué te resulta tan gracioso? ...

-Tu ¿te estas preocupando por algo como esto aun en una situación así?-estaba por contratacar pero me callo con un beso, del que él no perdió el control, estiro la bata sobre el piso y me recostó sobre ella para yo quedar debajo de él, comencé a pasear mis manos por su abdomen, hasta llegar a la parte baja, donde sobresalía algo que aún estaba cubierto por su bata, que aun traía puesta, sin pensar bien en lo que hacía desate el nudo de su cintura y la bata se dejó caer por su blanca piel, dejando ver algo que me hizo tragar duro...

-¿E.Eso va a entrar en mí?-es imposible eso no va a entrar por mi trasero de ninguna manera, es demasiado grande.

.Veras que sí, y que al principio sufrirás pero después gemirás tanto que lo olvidaras todo hasta tu nombre... pero antes de que eso ocurra necesitamos aflojarlo, si no lo hacemos será muy difícil continuar con esto.

¿Aflojarlo?-puse mi cara de intrigado ¿a que se refería con aflojar?

No recibí respuesta alguna solamente la sensación de ver como mis piernas eran abiertas de par en par, para dejar la vista toda mi virilidad, distrayéndome con una de sus manos tocando lugares sensibles, hizo que comenzara a lamer tres de los dedos de la mano libre, comencé dando pequeñas lamidas, uno de sus toque comenzó a sentirse bien, haciendo que mi boca se volviera lasciva ante aquellos tres intrusos, una vez los dedos estuvieron humedecidos, los retiro y poso uno en mi entrada, lentamente comenzó a introducirlo haciendo que comenzara a sentir un leve dolor que se fue convirtiendo en placer con las pequeñas estocadas que simulaba al estimularme, lo mismo ocurrió con los otros dos dedos, y cuando ya estuve completamente preparado, de algún lugar el saco una caja de condones, deslizando uno sobre su gran pedazo de carne...

-No me gusta usarlos, pero tendrá que ser así solo por ser tu primera vez-dijo haciéndome estremecer por completo, se posiciono entre mis piernas y se acomodó en mi entrada y muy lentamente comenzó a introducir su miembro, los movimientos eran lentos y siempre cuidadosos pero no por eso menos intensos, sentía que me iba a desgarrar en cualquier momento y no íbamos ni siquiera la mitad ¿cómo pudo atender esa cosa todo este tiempo?

-Espera... agh.. Tomo... ah... hisa eso... duele...

-Solo un poco más, resiste un poco más-supe que sus palabras no iban dirigidas hacia mí, sino hacia el mismo, todo se detuvo de repente, el dolor se disipo y la paciencia me estaba quedando por los suelos, pero él no hacia ningún movimiento...

-Lo siento, si te asusto después de esto, intenta no odiarme ¿Si?

-Solo hazlo de una vez por todas-el celeste de los ojos que me miraban tiernamente hace un momento desapareció por completo para oscurecerse, sin avisarme comenzó a moverse, lentas y dolorosas estocadas, fueron lo que sentí principalmente, pero este ritmo no duro mucho, la velocidad de estas comenzó a aumentar provocando que gimoteara sin parar, sus besos callaban mis gemidos, sus caricias calmaban el ardor de mi piel, y sus movimientos me estaban volviendo loco, me encontraba perdido en ese mar de sensaciones nuevas e inexplicables, pero no desagradables...

Tomohisa cambio nuestra posición haciendo que mi espalda chocara contra la pared y mis piernas quedaran en aire contenidas por sus brazos, esta postura hizo que sus embestidas se volvieran más profundas y extasiantes, el ambiente era pesado, el sudor de nuestros cuerpos rozaba haciéndonos sentir la delicia del solo toque del otro, el momento del climax llego y el ritmo de ambos subió estruendosamente, después de todo ese agitado momento caímos agitados sobre el cuerpo del otro...

-Creo que podría volverme adicto a esto si seguimos así-dijo Tomo posicionándonos sobre el suelo para descansar un poco de la intensidad anteriormente vivida...

-Creo que también podría volverme adicto-me sonrió y esa no fue la única ronda que tuvimos, después de eso lo hicimos hasta que ya no hubo más condones en la caja...

Continuara... 

UN NUEVO COMENZAR (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora