Capítulo dos

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"Levántate."

Bucky soltó con frialdad, tiro del collar de Tony y subió la cremallera de sus pantalones mientras se levantaba de su asiento y miraba por el rabillo de su ojo a Tony levantarse con las piernas temblorosas para seguirlo. 

Caminaron por todo el departamento hasta llegar a las escaleras que conducían al sótano, lugar donde había ocurrido la mayor parte del entrenamiento.

"Te has portado mal, Kotenok."

Bucky dijo mientras se acercaba a la puerta del sótano.

"Tenía dos reglas y rompiste ambas."

La mirada de Tony no se levantó del suelo, quedando en completo silencio. Bucky suspiro al ver a su estudiante modelo frente a el, sumiso, con frío y completamente desnudo.

"Lo siento."

El zumbido dentro de su interior debido al vibrador provocó que Tony mordiera su labio inferior en un intento de mantener la compostura hasta que Bucky notó el leve temblor en su cuerpo, metió la mano al bolsillo de sus pantalones, tomó el control y lo apagó.

"Ah... gracias."

"No he terminado contigo. Dices que te preocupa que la gente se entere de lo nuestro pero andas por ahí prohibiéndoles a todos que no se acerquen a mi porque no estoy "disponible."

Bucky declaró abriendo la puerta del sótano, giró sobre sus talones y vio el avergonzado rostro de Tony, quien solamente guardo silencio.

"¿Me quieres solo para ti, muñeca?"

Tony asintió.

"No me gusta que estés cerca de tu ex."

Bucky sonrió y acarició la mejilla de Tony.

"Las acciones tienen consecuencias."

Tony asintió.

"Entra."

Tony bajó las escaleras detrás de Bucky y mantuvo la mirada fija en la parte posterior de su cabeza mientras se regañaba mentalmente. Sabía que era estúpido pensar en que podría tenerlo solo para él, debía conformarse con los orgasmos que recibía.

En medio del sótano había una silla en el centro de la habitación, Tony se quedó junto a la puerta hasta que Bucky hizo un gesto con el dedo para acercarse. El sótano era sencillo, una cama matrimonial junto a una mesita de noche, una silla en medio del lugar y una cómoda en el otro extremo de la habitación. La mayor parte del suelo estaba acolchado para las veces que no podía llegar a la cama con él.

Las piernas de Tony temblaron con anticipación.

"Me esforcé mucho en comportarme."

Tony trató de explicar, pero Bucky lo hizo callar con la mano alrededor de su garganta.

"Tu incompetencia podría meternos en un gran problema. Ahora sé bueno por una vez y siéntate en la silla. —

Bucky lo soltó y Tony obedeció sin decir nada.

"Abre las piernas."

Tony abrió las piernas, temblando de lo asustado y emocionado que se sentía. Bucky bajó la mirada hacia su miembro, vio el extremo del vibrador sobresaliendo de su trasero y sin cuidado alguno lo sacó de su interior para dejarlo arriba de la mesa, Tony gimió al sentir la pérdida en su interior. Bucky agarró otro vibrador, esta vez en forma de bala junto una cinta.

"Si logras soportarlo durante veinte minutos, cumpliré todos tus caprichos. Pero si no lo logras, serás castigado."

Con saliva Bucky lo lubricó lo suficiente para deslizarlo al interior de Tony, al estar lo suficientemente mojado lo encendió y lo incrustó en el agujero de su amado alumno, quien tembló al sentir su interior lleno.

"¿Te gusta?"

Tony asintió lentamente soltando un suave gemido, tanto los dedos de sus manos como los de sus pies se curvaron de placer, Bucky sonrió y besó una de sus rodillas mientras que sus manos arrancaban un largo pedazo de cinta y lo pegaba alrededor de su trasero, manteniendo unido el juguete a su interior sin posibilidad de que saliera. 

"Eres maravilloso, Antoshka."

Tony mordió su labio inferior al sentir los dedos de Bucky pellizcar y jugar con sus endurecidos pezones. Tanto sus pezones como su agujero palpitaron al mismo tiempo por la presión que ejercía el vibrador y los dedos de su amado profesor.

Bucky dejó un beso sobre su frente y lo miró por última vez mientras iba y se sentaba en la cama.  A pesar de que había un claro desequilibrio de poder cuando Bucky beso su frente y pellizcó sus pezones, a Tony le gustaba mucho Bucky.

Podía recordar la primera vez que Bucky lo había invitado a cenar, aquella noche había sido mágica llena de suaves caricias y pequeños coqueteos que terminaron cuando cruzaron la puerta principal del hogar de su profesor.

Los besos, las caricias y la habilidad que Bucky tenía para hacer gritar a Tony era inimaginable.

Futuras noches juntos, tazas de café por la mañana, los besos antes de tendrían luego de un largo día de trabajo y muchas más cosas tendrían juntos como una pareja normal finalmente sucederían después de que Tony se graduara.

"Has sido un gatito muy travieso."

Bucky comentó descansando su barbilla en la palma de su mano, cruzó una pierna sobre la otra y mantuvo su mirada sobre los bellísimos ojos de Tony, los cuales estaban lagrimeando por el placer y tensión que sentía su agujero.

"Lo siento... me esforcé tanto en comportarme."

Tony gimoteo. La vibración del juguete pegado a su agujero hizo que sus rodillas se sintieran débiles.

"Lo sé gatito, pero aun así no quiero que nos metamos en problemas. Si el directivo se entera de que me estoy viendo después de clases con un estudiante, nunca te volvería a ver. Y no quiero dejar de verte ¿y tu?"

"No... no quiero dejar de verte. Lo haré mejor la próxima vez."

Tony gimoteo de solo imaginar que podría ser apartado de Bucky lo hizo sentir triste.

"Sé que lo harás, cariño."

Bucky sonrió, alzó su mano y miró su reloj.

"Faltan quince minutos."

"Puedo hacerlo... no me subestimes, Barnes."

Tony frunció el ceño, lamiéndose sus secos labios y luchando por no terminar, sin embargo era difícil no pensar en ello sintiendo las vibraciones a través de su cuerpo mientras intentaba evitar correrse. 

El cuerpo de Tony se convulsionó al escuchar la suave melodía de la alarma que provenía del reloj de Bucky, había logrado aguantar los veinte minutos. Su maltratado y suelto agujero seguía estando sensible y le dolía, no quería más juguetes, quería el de Bucky.

"Estoy impresionado, muñeca."

Adoraba la atrevida actitud de Tony cuando lo provocaba.

Bucky se puso de pie, caminó a donde Tony estaba y se hincó, su mano de metal acarició el cansado miembro de Tony y con su otra mano sacó el juguete de su agujero, provocando que su miembro liberara chorros de semen, manchando su mano y parte de su rostro.

El pecho de Tony subía y bajaba, su cabeza daba vueltas y sus mejillas estaban tan sonrojadas que si no fuera por la excitación que sentía en ese momento se habría desmayado hace mucho.

"Lo hiciste muy bien, Kotenok."

Bucky comentó limpiando con su lengua los rastros de semen del miembro de Tony.

"No puedo esperar a que te gradúes para hacer gritarle al mundo que me perteneces."

Bucky sonrió tomando a Tony de la mandíbula, y besándolo.






alm hice lo que pude para "corregir" detallitos y termine cambiando unas pocas (MUCHAS) cosas jajaj

my strange addiction [winteriron]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora