Feliz cumpleaños, Dani.
Era 6 de agosto, eso que significaba? Que era el cumpleaños de Dani.
Cumplía 19 años y estaba muy alegre, ya que no había visto a su novio Valentín en semanas y creía que lo visitaría para su cumpleaños.
Toda la tarde estuvo pensando en que decirle a su chico. Pensaba en cosas muy cursis que nunca se hubiera imaginado decir, y la verdad es que le explotaba el corazón en el pecho por expresarle todas esas palabras que pasaban por su mente.
Ribba cocinó muffins y galletitas ya que sabía que a Valentín le gustaban, habían convivido varias veces y se conocían a la perfección, los decoró con cremita rosa y blanca y le agregó unas granas de colores. También le puso nombre a los muffins, el de granas azules se llamaba pececito, porque el mar es azul y los peces viven en el mar pensaba Dani, el de granas amarillas se llamaba chisito, porque los chisitos son amarillos y a dani le gustaba comerlos en los cumpleaños, el de granas grises le puso tristesito, ya que no tenía mucho color, Dani se decía a sí mismo que ese era el muffin mas triste que había visto e incluso sentía pena por la falta de colores, y por último y el favorito de Daniel, el de granas de todos los colores, al que le puso unicornio saltarín, a él le transmitía mucha alegría y lo hacía sentir feliz, con ganas de saltar, y unicornio porque los unicornios tienen el pelito de todos los colores.
Daniel siempre fue así, tierno e inocente, es el protegido de su mamá y siempre lo cuidó como si fuera un bebé, también como su papá lo había abandonado tenía un niñero que se encargaba de darle la atención paternal necesaria, y eso hizo que sea el niño mimado de la familia. Además, Dani estaba muy alejado de la realidad, solamente se enfrentaba al mundo exterior cuando iba a la escuela, después cuando salía siempre era con un adulto, y nadie en ningún momento le había contado sobre el mundo real, por eso creía que todo era como los cuentos de hadas.
Él tenía horarios cada día, los lunes se dedicaba a dibujar a sus amigos imaginarios, los martes pintaba los dibujos del día pasado, los miércoles solía juntarse con valentin y cuando no lo hacían iba a comer helado con su mamá, los jueves iba a la plaza a jugar con el carrousel y con el tobogán, que eran sus juegos favoritos, los viernes era el mejor día para él, ya que hacía noche de cine con pochoclos y miraba los dibujitos que más le gustaban, y los sábados y domingos eran los días donde hacía lo que quería sin programar nada.
Dani también usaba distintos pijamas para dormir, cuando estaba feliz usaba uno que le cubría todo el cuerpo que tenía forma y orejitas de osito, cuando estaba triste usaba uno de perrito que ya estaba gastado, y tenía las orejitas caídas, cuando estaba enojado usaba un pijama de jirafa, no sabía porqué pero ese pijama representaba bien su ira, y después tenía muchísimos pijamas más de animalitos pero muchos no los usaba tan seguido.
Ya eran las 18hs y Valentín todavía no había llegado, Dani comenzaba a preocuparse por si le había pasado algo, tal vez algún señor malo lo había secuestrado para que no vaya con él, no entendía porque las personas eran asi, que ganaban con llevarse a la gente? Tal vez se la llevaban de ofrenda a los unicornios pero igual no era la forma, su mamá siempre le había dicho que para tomar algo prestado había que pedir permiso, porque ellos no pedían permiso para llevarse a las personas?? Su corazoncito se encogía cuando pensaba en la gente queriendo ir a su casa y que no puedan llegar porque unos chicos malos no saben pedir por favor, asi que trató de pensar en algo más, así fue como una hermosa idea se le vino a la cabeza, tal vez su novio le estaba haciendo una fiesta sorpresa, como había visto que hacían en la tele, siempre que dejaban esperando a alguien en su cumpleaños era porque estaban planeando algo muy grande. Su corazón volvió a latir con normalidad y saltó y bailó por toda la casa.