La Lavadora de la Vecina

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Tzuyu tenía rato dándole a una blusa de Mina en la chaca chaca, la vaina tenía una tremenda mancha de salsa de tomate pegada desde hace días y la pingüina por floja no la puso a remojar al instante. Ahora Tzuyu tenía que intentar sacar la mancha a mano por culpa de la plasta e mierda aquella. La había metido en la lavadora con la esperanza de que saliera rápido, pero no, como que se había empatucado más. Mardito Maduro, todo esto es culpa tuya.


A la pobre muchacha ya le dolían los brazos del esfuerzo y las piernas porque estaba sentada en un banquito que usaba Chaeyoung para sentarse en el frente con Dahyun a criticar a quien pasara, pero estaba más dolida por el resplandor que estaba pegando. Nojoda, seguro que ya se había curtido de negra. Tuvieran un techo en el patio pero Jihyo no quiso y gastó la plata en unas matas de adorno y en ponerle mármol al porche de la casa para que los vecinos cuando echaran el ojito se murieran de envidia. Verga, es que era bruta la caraja esa. Tzuyu la maldijo entre dientes y después le mentó la madre, estaba arrecha.


Pasó media hora más con ella restregando la blusa pero seguía igual de sucia que cuando se puso a darle. "¡EL COÑO E SU MADRE NO AGUANTO MÁS ESTA VAINA" Gritó con arrechera y bataqueó el trapo en la chaca chaca.


"¿Qué es, muchacha pendeja?" Jeongyeon llegó por una esquina con unos chores y una camisa que habían sido enviadas a la guerra y entregada de regreso a Jeongyeon, y con unas cholas que había mandado a pegar como 6 veces con el vecino Mario. Pero el muy perro como que no hacía bien el trabajo para que siguiera yendo a llevarle la vaina.


Tzuyu se cruzó de brazos con la cara de culo más intensa que Jeongyeon había visto en esa semana. "Tengo HORAS dándole a la mierda esa y sigue sucia, nojoda, ya estoy cansada. La voy a botar y le voy a decir a Mina que no pude salvarla".


Jeongyeon explotó en carcajadas. Tzuyu solo vio como se meaba de la risa y esperó hasta que se le pasara la vaina. "Ay, marica. Te escuchara Jihyo diciendo groserías" Tzuyu no le respondió, solo intensificó la cara de culo. Jeongyeon soltó otra risa. "¿Quieres saber por qué la mancha no sale?" Silencio. "No le echaste ace al agua, guebona".


Tzuyu se puso roja pero de la arrechera. No quería volver a restregar esa vaina otra vez ni loca. Gruñó con rabia y le dio tremenda patada a la bañera donde estaba la blusa con el agua sola y las vainas salieron volando, el agua cayó en la pared trasera de la casa, la bañera se dio un coñazo con la ventana del cuarto de Nayeon, Sana, Jihyo y Mina, la chaca chaca cayó en el techo y la blusa con el pegoste cayó en un tierrero.


Jeongyeon cayó en la gramita muerta de la risa y Tzuyu se acercó a ella para meterle unos coñazos cuando oyeron un grito.


"¡COÑO DE LA MADRE LA LAVADORA SE EXPLOTÓ!".


"¿¡QUÉ!?" Tzuyu y Jeongyeon se fueron corriendo a donde estaba Nayeon esperando a que la lavadora terminara el ciclo para meter la otra tanda. Pero en cambio, encontraron que la lavadora estaba echando humo por debajo y chispas por el enchufe. "DESCONÉCTALA PENDEJA" Gritó Jeongyeon.


"DESCONÉCTALA TÚ ¿Y SE ME QUEDO PEGÁ?".


Las dos se pusieron a gritarse mientras que las chispas se convertían en candela. Tzuyu agarró una camisa de la cesta de ropa sucia más cercana y haló el cable de la lavadora, desconectándolo del enchufe. Las chispas dejaron de salir pero el fuego había agarrado una pila de ropa que estaba cerca de allí. Nayeon salió corriendo a buscar un tobo de agua para apagar la vaina.

La Casa de los Gritos- TWICE en VenezuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora