—¿Consentida? Yo no tengo un consentida—Luffy frunce el ceño siseando gruñón hacia sus nakamas, los cuales, comían bulliciosos sobre la mesa repleta de alimento. Había ladeado la cabeza, como pensando mucho —. ¡Todos son mis favoritos! —Vuelve a decir, está vez le resta importancia tragando el último pedazo de la carne roja.Usoop con la boca llena y acusando a su Capitán con su dedo índice, murmura bajo—Venga... No mientas Luffy—El pelinegro lo observa, desconcertado por la mirada lasciva del hombre pero poco le importa así que hace el mínimo caso a lo que él dice—. Yo creo que es... ¡Viví!
Vivi es un chillona
—No, no. Usoop te equivocas—Chopper quien se mantuvo lejano a la conversación decide hablar, sus ojitos chispeantes de sorpresa y alegría y consecuentemente, curioso por toda la conversación que se daba—... Yo creo que es Hamacock—Alega meditando unos segundos antes de responder y luego de hallar a la posible candidata, habla.
El pelinegro seguía comiendo sin hacer caso a nada de lo que el resto decía más bien, solamente mofándose silencioso de las cosas extrañas de que lo acusaban ¿Consentida? La duda llegaba a sus ojos ¿Acaso volvía a alguien especial compartirle un poco de su carne?
—¿El capitán mierdoso?—Sanji hace presencia con varios platos en sus dos manos carcajeando burlón y queriendo unirse a la plática. Los ojos de Luffy brillan y algo como un brazo larguísimo se aferra a la bandeja arrebatando todo a su paso —¡Mierda Luffy, comportate!— Y Sanji estalló, con dientes de tiburón comenzó a reclamarle.
Robin simplemente asintió y sonrió suavemente — ¿Por qué no escuchamos su opinión Capitán?
— Me gustan todos — se quejo con un tono casi infantil — ¡Sanji más carne!
— ¡TE LO RAJASTE TODO IDIOTA!
Brook levantó las manos, en un gesto pacífico, abrió la boca y quiso decir algo sin embargo prefirió guardarselo. El resto de la tripulación murmuraban entre ellos algunos comentarios; unos más emocionados que otros.
— Bastardos, es Nami— dijo Zoro crudamente, cosa que al resto se le puso los pelos de punta. Bebió lo último de su botella de sake.
El desdén en los ojos de Luffy se hizo más grande, no lo comprendía del todo pero era obvio que lo disfrutaba enormemente.
Nami se sobresalto quizá por un segundo y después puso cara de aburrimiento. Hasta ahora se había hecho la desinteresada, pero por supuesto que no se había perdido ningún detalle de la conversación.
—¿Disculpa? Este tonto solo piensa en carne y aventuras y otra vez en carne ¿no es así Luffy?Y luego, se aproximaba a estirarle las mejillas. Era un inocente juego entre ellos dos.
— OI NAMI ODIO QUE HAGAS ESO
Nami, la brillante navegante de Mugiwara. Hermosa y Poderosa.
Luffy todavía no entiende. Amaba francamente a todos sus amigos.
También a Nami
¡Mucho amor para ustedes!