Capítulo O14. Nami

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¿Cómo se llamaba un sentimiento que era la mezcla de necesidad, afecto abrumador y un sentido de protección exagerado? Solo puede ser una cosa, Nami siempre lo supo

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¿Cómo se llamaba un sentimiento que era la mezcla de necesidad, afecto abrumador y un sentido de protección exagerado? Solo puede ser una cosa, Nami siempre lo supo. Probablemente solo estaba viendo cosas que quería ver y eso hizo que su estómago se apretara. 

Nami casi se encogió ante esa idea. Había estado tratando de no pensar en esa palabra, pero justo ahora era difícil no hacerlo. 

- ¿Qué pasa? -dijo Luffy, esos enormes ojos la veían de vuelta. Tan despreocupado como era, y eso enojaba a Nami, de repente se sintió furiosa con él.

Nami parpadeo y le devolvió la mirada, se encogió de hombros sin saber que decir. ¿Qué podía decir ella? Estoy locamente enamorada de ti y quiero que sientas lo mismo por mi. 

Ella siempre se había sentido un poco desconcertada por él, actuaba con tanta libertad como el mar mismo, cambiando de emociones tan rápida y fluidamente como las sinuosas corrientes en las que navegaba su barco. Muchas veces, ella se perdía en su ritmo, como lo llamaba Law, y sabía que era mejor dejarse llevar; se encontraba a si misma sujeta a todos sus caprichos.

Sintió frio de repente y bajó la mirada hacia los dedos de sus pies. Aunque siempre fue algo escondido estuvo siempre allí, es decir, todavia esos sentimientos le causaban verguenza a unos niveles que la asustaban.

Frente a la tumba de su madre, ella le confesó varias cosas; su último viaje, de lo bien que se encontraba Vivi y de sus sentimientos infantiles. Bellemere de pronto sonreiría desde el cielo. 

- Nami -dijo, su voz más suave. Su mirada se sintió atraída, ella ya no tenía la misma altura que él, había crecido, ahora tenía que levantar la vista para hacer contacto visual.

Escuchó a Luffy acercarse a ella. 

Nami se estremeció, Luffy tenía una forma de decir su nombre que sonaba mejor que cualquier cariño.

Levantó la mirada lentamente y se encontro con él de frente. ¿Por qué ahora había ese rastro de madurez cuando siempre actúo como un niño tonto? Ella se permitió un breve momento para admirar el corte de su cuerpo y la curva de sus músculos. La ventisca que rozó sus mejillas la hizo estremecer levemente. 

- ¿Qué? -decir que estaba confundida sería una forma ligera de decirlo.

La expresión de Luffy era tensa. Ella abrió la boca para preguntarle por qué la miraba de esa manera, y tal vez burlarse de él diciéndole que tendría que pagar si seguía mirandola así. 

Estaba claro que Luffy al menos se preocupaba por ella. Le importaba mucho. Probablemente era la forma en la que uno se preocupaba por un amigo, pero en este momento, no importaba. Iba a apreciarlo, no importa cuan fugaz fuera. 

Y justo ahora Luffy se sentia más tonto y poco inteligente de lo normal. Él la miró, la luz del sol hacía que su largo cabello anaranjado brillara más donde caía, y ella era deslumbrante, así. Casi angelical. Se preguntó si Roy tambíen pudo verla asi como él lo hace y aquello hizó que cierta molestia burbujeara en su pecho. De alguna forma era incorrecto y desagradable... y egoísta, él deseó ser el único. 

La Consentida del CapitánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora