Mala Sangre - Zhuiling

"Mala Sangre"

Este Oneshot participa en el Tercer Desafío Relámpago de Es de Fanfics. Me tocó el tercer mes.

Temblaba desde su lugar en la cama. Con los ojos muy abiertos por la impresión trago saliva, admirando al hombre frente a él. Aquel al que siempre tachó como una persona amable y correcta, totalmente incapaz de causar daño alguno. Aquel hombre que gano su confianza, que le ayudó a mejorar no solo como el líder de Lanling Jin, sino también como persona.

Lan Sizhui.

Estaba seguro que el cultivador no se había dado cuenta que había despertado, parecía estar bastante concentrado en su tarea, a juzgar por los golosos sonidos que emanaban de su boca junto con el chapoteo de su mano adentrándose en el cuerpo del cadáver de un cultivador de túnicas que alguna vez fueron amarillas, pero ahora se encontraban echas jirones junto con un color carmesí adornándolas. Intentó recordar cómo es que había llegado a esa situación, pero solo podía rememorar el haberse ido a dormir la noche anterior como cualquier otro día, quizás solo algo más animado siendo que al día siguiente recibiría la tan ansiada visita del discípulo principal de Gusu con quien había acordado pasar una tarde para ellos solos, como hacían por lo menos una vez a la semana para evitar que sus apretadas agendas enfriaran su relación. Usó algo de incienso como una manera de ayudarle a dormir, había cerrado los ojos intentando no pensar en el emocionante día que vendría para evadir el insomnio. Solo para despertar con aquel escenario de muerte.

Las paredes de su habitación antes pulcramente pintadas de un blanco con azul cielo ahora apenas los suaves tonos eran perceptibles en las zonas altas donde aquel espeso liquido encarnado no había alcanzado a salpicar. Desde su lugar en la cama podía admirar como su cuarto ahora era como un viscoso mar rojizo, con un montón de cuerpos terriblemente familiares para el castaño varados.

No sabía que estaba pasando, o más bien no terminaba de comprenderlo. Su instinto le decía que debía huir, cualquier persona en sus cinco sentidos lo habría hecho dado que no había nada que le inmovilizara. Pero el miedo que le había consumido le tenía paralizado.

Su cuerpo continuaba temblando conforme el fuerte olor a hierro inundaba sus fosas nasales, no quedaba nada de aquel dulce aroma a peonías que tanto adoraba y siempre estaba llenando su dormitorio, ahora incluso podía llegar a saborear el aroma de la sangre. Su estómago se revolvió mientras que su respiración se volvió errática al momento en que unos afilados ojos repararon en él. Su cuerpo se estremeció de terror al notar una oscuridad que jamás había visto en estos.

—A-Ling es bueno ver qué finalmente despertaste, me preocupaba haberme pasado con la dosis.

Lan Sizhui se paró desde donde estaba al otro extremo de la habitación, caminando entre los cadáveres con sus pies descalzos sin hacer alguna mueca al momento en que estos pasaban sobre los charcos de sangre. Sus cabellos caían por sus hombros con libertad, Jin Ling notó como la cinta Lan que siempre había usado con orgullo había desaparecido de su frente. Su rostro mostraba la cálida sonrisa por la que el castaño había soltado más de un suspiro, pero la etérea e inocente apariencia que el discípulo principal de la secta Lan siempre había mostrado ahora estaba deformada gracias al líquido carmesí que resbalaba desde su boca hasta su barbilla junto con sus labios rojizos. De pie, el castaño también pudo notar como sus túnicas carecían de su usual pulcritud, los bordes estaban empapados en la sangre de los difuntos Jin mientras que advertía como las mangas y el pecho habían sido pintadas a mano probablemente con el mismo líquido emanante del cuerpo de sus víctimas, ahora parecía hacer alusión a las túnicas de la antigua secta Qishan Wen.

—¿Dosis? —Jin Ling no sabía de dónde sacó el coraje de hablar, eligió creer que se trataba de un momento de tonta valentía. Aunque fallo en que su voz se escuchara normal, el miedo había predominado.