𝐄𝐥 𝐜𝐚𝐬𝐭𝐢𝐠𝐨; 𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲

One

Meghan Farrell

Estación Kings 'Cross, primer viaje

-Te presento a Rory, Meghan, es mi único hijo  -exclamó Regulus. Y de repente tenía al mismísimo Rory Black, su cabello era tan rizado como en las fotos-. Mucho gusto, soy Rory, y supongo que tu eres Meghan Farrell.  -Me miró con una sonrisa bastante forzada, mientras veía a todos los muggles pasar por la estación Kings 'Cross-. Si, soy Meghan, me da gusto al fin conocerte. -Conseguí una media sonrisa como respuesta.

 -Está bien chicos, ya casi son las once en punto, tendrá bastante tiempo para conocerse en el bendito tren.  -Dijo mi papá, con una expresión de "ojalá todo esto acabe ya" , ya saben, la expresión de todos los días de su vida. A veces me pregunto si alguna vez el fue feliz, tal vez si, antes de que lo obligaran a casarse con mamá o antes de que naciera yo.

De repente vi que Rory y Regulus ya estaban pasando hacia el andén 9 ¾, así que decidí ir atrás de ellos, por supuesto, mi padre, de mala gana, me siguió.

Cuando entré en el andén, vi bastantes familias, todas despidiéndose de sus hijos, unas madres estaban llorando, mientras abrazaban a sus hijos y sus, quiero imaginar, esposos, sonreían.

Vaya, debe ser bonito que tu familia esté triste ya la vez feliz porque te vas durante muchos meses, en mi caso, mi padre solo debe estar mas que feliz, tengo el presentimiento de que el jamás me ha querido, no me importa mucho, el sentimiento es mutuo realmente.

-Ey, estarás bien. -Me dijo Regulus-. ¿No crees que debas ir a darle un abrazo a tu padre? Después de todo, lo verás hasta navidad, o hasta junio, anda, ve, despídete, te aseguro que lo apreciará bastante. -M e ordenó Regulus de una manera bastante gentil. Regulus realmente era la persona más cercana hacia mí, y creo que el único ser humano que me tenia por lo menos un poco de aprecio, también un mago increíble, me enseñó todo lo que se, me lo enseñó antes que a Rory, lo que me hace pensar que me quiere más que a él-.

Mi padre se quedó unos metros atrás de nosotros, tenia una pequeña sonrisa en la cara. -Hasta luego, papá. -Recibí un abrazo como respuesta, creo que desde que me salió bien mi primer hechizo de defensa hace casi tres años, no me había abrazado, se sintió raro. -Te voy a extrañar, Meghan. -Mintió, se que el realmente no me extrañaría, es un hombre sin sentimientos, y claramente no los revelaría ahora-. Yo igual, papá.  -Me alejé rápidamente, y volví hacia Regulus y Rory, quienes ya tenían metido mi equipaje al compartimiento del tren.

-Estarán bien, les prometo que Hogwarts es un lugar bastante increíble, en el que todos son bienvenidos, y antes de que lo noten, se habrá convertido en su casa. -Nos aseguró Regulus a Rory ya mí.

Vaya, una casa, todo lo que deseaba, era vivir en una casa, o al menos un lugar donde me pueda sentir querida. Regulus hace unos años, me explica que una casa no es solo el lugar donde vives, sino, también el lugar donde te sientes cómodo, protegido y sobre todo, querido. Y que una casa a veces no era necesariamente una gran mansión, como en la que yo viví toda mi vida, una casa podría ser desde una pequeña cabaña en el bosque o una escuela, hasta una persona, vaya, me preguntaba cómo podría saber cuando estoy en mi hogar o incluso cuando una persona se convierta en mi hogar.

-¡Ultima llamada para el expreso de Hogwarts!  -Exclamó un hombre gordo con traje azul.

-Bien chicos, es hora de irse, nos veremos en navidad, los quiero.  -Nos dijo Regulus, cálidamente, sabía que lo decía en serio. Rory empezó a subir al tren, y yo iba detrás de él, Dios, solo espero que esto no sea así todo el tiempo.  -Espera, Meghan.  -Regulus me agarró del hombro.  -¿Qué pasa? -Pregunté-. Se que te lo he dicho desde que tenías ocho, pero, solo quería recordarte que no puedes decir nada de lo que te he enseñado estos últimos tres años, ¿está bien?  -me dijo severamente. -Sabes que no diré nada, Regulus.  -Le respondí, ansiosa por subirme al tren. -Recuerda que son hechizos de defensa personal -por su puesto que todo me saldría bien, no es por nada, pero, siento que seré la mejor de mi clase. - ... solo dirás que lo aprendiste en un libro. Ahora tienes una varita especialmente tuya, así que supongo que los hechizos te saldrán excepcionales, se un orgullo para la casa en la que estés, te quiero mucho.  -El tenía bastantes esperanzas conmigo, desde que me enseñó a hacer magia, me dijo que yo sería de las mejores hechiceras del mundo.

-Yo también te quiero, no te olvides de mi cumpleaños en octubre, hasta pronto.  -Me despedí y subí al tren.