¿Quién demonios estaba tocando su puerta y por qué lo llamaba príncipe?
TaeHyung intentó usar toda su capacidad para intentar hallar una respuesta razonable y no entrar en pánico.
Así fue como pensó en que seguramente su mejor amigo le estaba haciendo una broma. El problema en su teoría era que JiMin se había ido a su casa la noche anterior y no había manera de que entrara a su departamento pues no tenía llaves.
Okay, okay, piensa. Se dijo intentando tranquilizarse.
¿Y si eran ladrones?
Bueno, en definitiva esa no era una idea mucho más tranquilizante.
La puerta volvió a ser tocada y TaeHyung dio un respingo aferrándose a sus sábanas. Ni si quiera había salido de allí desde que se había despertado, estaba como tonto cubriéndose totalmente creyendo que eso lo protegería de lo que fuera que estuviera sucediendo.
—Su majestad, su familia lo espera para desayunar —dijo la voz al otro lado de la puerta.
¿Qué tipo de mala broma era esa? TaeHyung no lo sabía, pero si no salía de su cama a averiguarlo, en definitiva no lo sabría nunca. Así que tomando su inexistente valentía y todas sus plegarias para que eso fuera un mal sueño o una broma de parte de alguien a quien seguramente patearía apenas tuviera oportunidad, se quitó las sábanas de encima y se dispuso a levantarse para ir hacia la puerta de su habitación.
Lastimosamente hubo un problema con eso. Esa sin duda no era su habitación.
—Qué demonios —TaeHyung dijo para sí mismo intentando asimilar las situación.
Ese no era su cuarto, empezando por el hecho de que la recámara en la que estaba era unas tres veces más grande que su departamento de universitario.
Siguió mirando a su alrededor y entre más lo hacía más difícil era mantener su boca cerrada y sus ganas de gritar por miedo ocultas. El lugar no sólo era gigante, sino estaba lleno de cosas que seguramente costaban más que alguno de sus órganos vitales, por ejemplo, ¿acaso ese jarrón era de oro real?
Su duda no pudo ser resuelta pues el sonido de la puerta siendo golpeada volvió a irrumpir en el lugar.
Meditó sus opciones, las cuales eran tan pocas que le tomó dos segundos decidir que abriría la puerta. La vida sólo era una y bueno, él ni si quiera sabía dónde estaba así que no es como si tuviera mucho que perder en ese momento.
Le tomó unos instantes llegar hasta la puerta de la habitación, y respiró hondo cuando sintió el frío —y elegante, ¿eso era plata real?— pomo de la puerta. Duró empuñándola en su mano unos cortos instantes antes de al fin girarla dejando en frente suyo a la persona que estuvo al otro lado tocando todo el rato.
—¿JiMin? —preguntó totalmente confundido.
Si ese era JiMin, ¿entonces sí era una broma? Oh, definitivamente ya había encontrado el dueño del trasero que iba a patear. Aunque seguía sin entender qué tan lejos podía ir una broma como para llamarlo príncipe y llevarlo a una habitación que parecía sacada de un cuento de hadas.
—Sí, su majestad —respondió el chico.
—¿Por qué estás vestido así? —replicó TaeHyung.
JiMin frunció el ceño antes de sonreír amablemente.
—Este es mi uniforme, su majestad —contestó el mayor como si fuera obvio.
—Deja esta tontería y dime qué haces —vociferó con enojo pintándose en su voz—. O si quieres empezar por hablar de dónde estamos no me voy a quejar.
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¡¿Príncipe TaeHyung?! | kookv.
Fanfiction[PRÓXIMAMENTE] Donde TaeHyung no cree que una estrella fugaz pueda cumplir deseos, y pide la cosa más estúpida y ridícula que se le pudo ocurrir. Lo que no se esperaba es que al día siguiente se despertara en una cama que en definitiva no era suya...