Cuando era pequeña siempre me regañaron por hablar demasiado, así que simplemente aprendí a observar en silencio, y me di cuenta de que así me doy cuenta de más cosas, simplemente a veces solo es necesario pararse a observar en silencio.
Te das cuentas de que has madurado cuando en lugar de obligar a alguien a quedarse en tu vida, la dejas ir y te quedas con los bonitos recuerdos en tu corazón, y así vamos creciendo