Bebé, el cielo está en tus ojos ||MEWGULF|| [ADAPTACIÓN]

Capítulo 24 (Final)

—¿Qué?— Gulf preguntó pensando haber escuchado mal.

—Fui rechazado— Mew repitió sin expresión.

—Ay, no— el menor susurró y puso una mano sobre su boca, las lágrimas llenaban sus ojos. Tendría que irse a Bangkok la siguiente semana, solo.

Comenzó a llorar ante el pensamiento de dejar a Mew en Chiang Mai, lo abrazó por el torso y reposó su cabeza en su hombro.

—¿Lo ves? Es por esto que no deberías ser optimista todo el tiempo. Porque te llenas de esperanzas y al final te decepcionas cuando las cosas no salen como quieres.

—¿Qué?— preguntó confundido mientras levantaba la mirada para verlo a los ojos.

—Me aceptaron.

—¡¿Qué?! ¡Dame eso!— Gulf gritó y sorbió antes de alejarse del abrazo y arrebató el papel de sus manos.

Leyó en voz alta las primeras líneas.

—Querido Sr. Suppasit, nos complace informarle que usted ha sido- ¡TÚ MALDITO IDIOTA! ¡¿Crees que esto es una broma?!— gritó de nuevo y golpeó el pecho de Mew casi tumbandolo —Casi tuve un infarto, ¿y tú querías enseñarme una lección?

—No olvidemos lo que me hiciste en el día de los tontos— se defendió.

—¿De verdad quieres que peleemos? ¡No te rías de mí, de verdad me asusté!

—Porque me quieres— Mew dijo y los ojos de Gulf se suavizaron, pero después recordó que estaba enojado.

—¡Eso no importa! ¡Estoy muy molesto!— continuó, levantando la mano una vez más para golpearlo pero Mew atrapó su muñeca con ambas manos y la llevo a su propio pecho, para que sintera su corazón acelerado.

—Pero iremos a Bangkok juntos— dijo con suavidad y sonrió.

Gulf mordió su labio, Mew acunó su rostro y lo acercó a un beso.

—Iremos a Bangkok juntos— el menor repitió contra los labios del otro.

—Sí, bebé.

Ni siquiera podían besarse adecuadamente porque no podían dejar de sonreír. Gulf jugó con el cabello de su novio y estaba por ser levantado del piso cuando escucharon la puerta ser abierta (ellos seguían afuera).

—Oh. Hola Sra. Thappan— Gulf dijo sonrojado y se alejó de Mew.

—Ya te dije que me llames An. Estoy por irme al trabajo, me da gusto verte de nuevo ¿Es esa la carta de la universidad?

—Sí— Mew respondió —Me aceptaron.

—¡Oh Dios Mio! ¡Eso es asombroso! Hoy salgo a las cinco así que podemos salir a celebrar ¡Puedo comprar un pastel! ¡Puedo hacer un pastel!— Exclamó emocionada.

—Adiós mamá— Mew dijo avergonzado cuando ella besó su mejilla. Gulf sonrío ante la vista.

—Adiós An— Gulf dijo cuando ella se despidió y caminó a su coche. Esperaron a que su auto desapareciera y entraron a la casa.

—¿Qué es lo que está pasando entre mi mamá y tú?— Mew preguntó tan pronto como cerró la puerta.

—Solo somos amigos, Mewcito— respondió bromeando, sentándose en uno de los sillones.

El mayor rodó los ojos.

—¿Quieres helado?

—¿Tienen helado aquí?— Preguntó sorprendido.

—Sí, fui al supermercado hace unos días.

—¿En serio? Que doméstico de tu parte.

Mew asintió mientras sacaba un bote de helado del congelador y después dos cucharas del mueble. Regresó junto a su novio y se sentó junto a él en el sofá, pasándole una de las cucharas.