ℭ𝔥𝔞𝔭𝔱𝔢𝔯 𝔱𝔥𝔯𝔢𝔢

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Más de un par de días más tarde, Taehyung tuvo todos los papeles legales y de identificación de Jeon Jungkook en sus manos, lo único que le faltaba por hacer era tomar nuevas fotos para terminar de tramitar un nuevo pasaporte y demás cosas

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Más de un par de días más tarde, Taehyung tuvo todos los papeles legales y de identificación de Jeon Jungkook en sus manos, lo único que le faltaba por hacer era tomar nuevas fotos para terminar de tramitar un nuevo pasaporte y demás cosas.

Fue de gran ayuda haber ido a ver a los padres del chico y cambiar los recuerdos de la apariencia física de su hijo, además de borrar absolutamente el día de su muerte de su memoria.

Los convenció de que él era amigo de Jungkook, les prometió que su hijo estaba bien, y que se encontraba recuperándose de un accidente que tuvo escalando las montañas. Les dijo que pronto regresaría con ellos y esperarán pacientemente por él, pero ellos no eran tontos por lo que le exigieron el nuevo número de teléfono de su hijo, ya que Taehyung les había dicho que su teléfono se dañó en el accidente.

Muchos podrían pensar que era cruel suplantar la vida de alguien y mentirle a personas que quizá ni tenían la culpa de nada. Pero él lo veía como un doble beneficio, a los padres les quitaba el dolor de la pérdida de su hijo para siempre, –dado que los zorros vivían por muchísimo tiempo y nunca llegarían a ver a Jungkook morir–, les daba una segunda oportunidad de pasar tiempo juntos, y el zorro menor conseguía una identidad para poder hacer una nueva vida. A base de mentiras, sí, probablemente, pero a quién le importaba mentirle a los humanos.

Bueno, a Namjoon seguramente.

Todo estaba arreglado y listo para que Jungkook hiciera su maravillosa entrada en su nueva casa, o debía decir mansión considerando el dinero que poseía su nueva familia, todo, excepto el mismo Jungkook.

Seis días después de haber llegado a su departamento, el pequeño zorro continuaba pasando sus días enteros encerrado en la habitación de invitados, sólo permitiendo que Taehyung entrara para darle de comer.

Kim trataba de entenderlo, sabía de sobra lo difícil que era asimilar el cambio, sobre todo los primeros días, pero él no se caracterizaba por ser alguien paciente y la situación comenzaba a cansarlo.

No sabía qué más hacer para que el menos saliera de su escondite, tampoco es que lo haya intentado mucho en realidad.

Por la tarde, mientras veía el último capítulo de la serie que lo tenía pegado al televisor durante horas y horas recibió una llamada de su hermano.

—Ya te dije que no lo maté, sólo lo golpeé un poco —Taehyung dijo con fastidio mientras se enderezaba en el sofá de cuero en su sala de estar.

—Lo mandaste al hospital con cuatro costillas rotas, la nariz destrozada, un brazo fracturado y tiene parte de la piel y músculo del tobillo destrozados —Namjoon le respondió molesto del otro lado de la línea. El pelinegro casi podía verlo frotarse y sobar su sien para tratar de eliminar la jaqueca que quizá estaba por venir—, ¿Cómo pudiste morderlo de esa forma?, por Dios.

Kumiho «KTH & JJK»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora