De algún modo esto es culpa de Harry

Capítulo 1 : Un poco demasiado

Hermione se despertó del tamaño de una pinta, desnuda y en medio de un bosque. “Oh no,” suspiró, sentándose y examinando sus manitas pequeñas y regordetas. Miró a su alrededor y encontró a dos niños durmiendo al alcance de la mano. Uno era pelirrojo, el otro pelinegro, y ambos tan desnudos y diminutos como ella. Frunciendo el ceño, extendió la mano y pellizcó al pelinegro en la suave carne de su costado.

“Wake arriba , Harry!” ella dijo. “No sé cómo sucedió esto, ¡pero sin duda tuvo algo que ver contigo! "

Harry, porque era él, se sobresaltó terriblemente, alejándose de Hermione y metiéndose en Ron (el otro niño dormido). "Ugh, ¿qué?" gimió, sentándose. Se congeló, los ojos se abrieron cómicamente al darse cuenta de lo que había cambiado. "Uh ..." Se examinó las manos con una especie de fascinado horror. "¿Qué?"

"Eso es precisamente lo que quiero saber", dijo Hermione remilgadamente, buscando algún tipo de cobertura para preservar su modestia.

Al otro lado de Harry, Ron murmuró atontado y rodó sobre su estómago. "Cinco minutos más, mamá".

Harry se recuperó ante eso, extendiendo la mano y empujando el hombro de Ron. "¡Levántate! ¡No estamos en la Madriguera, estamos en problemas! " La pelirroja se sentó cuando Hermione se puso de pie y se acercó a un arbusto cercano, con la intención de hacerse una pequeña falda de algún tipo.

"¡Oi, qué!" Ron exclamó, examinándose a sí mismo. Casi de inmediato, se volvió hacia Harry. "Esto tiene algo que ver contigo, ¿no es así?"

Harry se echó hacia atrás, su expresión se torció en ofensa. "¡Yo! ¿Qué, crees que hice esto?

"No, ¡pero tú eres el que tiene una suerte ridícula!"

"¡Niños!" Espetó Hermione, ahora vestida con una funcional aunque no particularmente atractiva falda de helecho. “Podemos gritarle a Harry más tarde,” (aquí Harry pareció ofendido) “pero lo importante es volver a la civilización. No tengo mi varita, ¿verdad? Los chicos miraron alrededor y negaron con la cabeza. Ella suspiró. "Bueno, intentaré aparecerme entonces".

Hermione se enderezó, cuadrando sus ahora diminutos hombros con determinación, y se concentró con fuerza en la Madriguera. Dio un paso adelante y se volvió bruscamente.

No pasó nada.

"Maldito", murmuró la bruja.

"Supongo que tendremos que caminar", dijo Harry. "Pero primero ... eh", subió las piernas hasta el pecho y se sonrojó desde la nariz hasta los dedos de los pies. "¿Crees que podrías hacer dos más de esas faldas?"

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Afortunadamente, solo tomó unos minutos de caminata antes de encontrar un arroyo alegremente burbujeante. "Excelente", dijo Hermione, complacida. "Podemos seguir esto río abajo hasta la civilización".

"¿Qué tan lejos crees?" preguntó Ron, pensando con nostalgia en la comida de su madre. Su vientre retumbó con fuerza. "Me muero de hambre".

Harry le lanzó una mirada levemente molesta. "Semanas, tal vez", dijo alegremente, reprimiendo una sonrisa cuando Ron le lanzó una mirada horrorizada.