— ¿Qué haces aún aquí, Sehun? Se supone que deberías estar en camino a la escuela.
Era un buen lunes y el sol apenas estaba despertando mientras la ciudad comenzaba su jornada diaria de bocinas, insultos y muchas pero muchas cosas que contar, desde el pequeño niño que comía cereales con su cuchara de dinosaurio, hasta la muchacha que había entrado a la habitación del único hijo de los Lu sabían algo que querían decir pero que no debían o mejor que no lo harían por su bien.
—Hmmm, siempre supe que querías llevar esta relación al siguiente nivel.
—No seas idiota—Rezongó el muchacho castaño mientras trataba de todas las formas posibles cubrir sus muslos de la mirada curiosa de su mejor amigo—Hubiera dejado que murieras en la calle como un vagabundo.
Desde su lugar el rubio perezoso de 18 años, 1.83 de altura dejó caer al suelo la manta suave que su amigo de infancia había puesto sobre él, bajó los pies también con demasiada torpeza y dejó ver su rostro perfectamente equilibrado con una nariz bien definida, tenía los bonitos ojos cafés claros adormilados mientras se masajeaba la sien para quitarse el dolor de cabeza provocado por la fiesta de la noche anterior.
— ¿Realmente llevas bóxer amarillos con gatitos dibujados en él? —Suspiró el recién levantado—Eso explica muchas cosas.
El pequeño castaño se apresuró a girar la mirada con odio hacia un Sehun que parecía más un vagabundo que el hijo de un empresario rico.
— ¿Qué explica?
Entonces el rubio sonrió de lado mientras silbaba con aparente inocencia, desde su lugar el castaño se sopló un mechón de cabello rebelde en tanto ataba también a sus caderas una toalla grande para por fin dejar de sentirse observado.
—Tienes un cuerpo tierno y muy delicado según parece, créeme estaría agradecido si esas bonitas piernas se abrieran pero mataría toda la pasión en cuanto viese esos gatitos en mi camino—El rubio tomó las gafas de sol nuevamente para conservar su aspecto "elegante" —Es por eso que sigues virgen, Lu Han.
Tan pronto como terminó la oración el castaño de ojos negros le arrojó una zapatilla en la cabeza, haciendo reír por demás al rubio que no se vio afectado en lo más mínimo ante el golpe esperado.
—Justo cuando creo que no puedes ser más insoportable vienes y te superas—Rezongó el pequeño dueño de casa mientras abría la puerta de su habitación para sacar al parásito que había llegado a apreciar de alguna forma, Sehun en su partida le dejó un beso en pleno vuelo antes de escabullirse por el pasillo hasta la salida.
Cuando las cosas volvieron a la normalidad Lu Han continuó con su rutina diaria para la escuela, abrió su guardarropa gigante con el afán de elegir uno de sus 15 uniformes iguales y unos pares de zapatos brillantes, lo cierto era que podía darse ese lujo y mucho más pues siendo el único hijo de Lu era el preferido de la casa, el mimado de casi toda la familia a excepción de su madre quien siempre se ocupaba de las reuniones de caridad y llegaba casi por las noches sin siquiera fijarse si su hijo aún respiraba.
— ¿Quiere que le sirva el desayuno, señor Lu Han? —Le preguntó una de las chicas nuevas que eran parte del servicio.
—Ya te dije que no me digas señor, eso me hace sentir como mi padre—Se quejó con un puchero—Y no, hoy desayunaré fuera, Baekhyun debe estar esperándome.
Aquello fue suficiente para que la señorita de servicio lo dejara solo nuevamente, le bastó media hora más para poder estar listo, puso un poco de fijador en su cabello bien peinado antes de mirarse nuevamente en el espejo y salir de la mansión Lu.
Vivir en Seúl sin duda tenía sus ventajas y Lu Han sabia como sacarles ventaja día tras día, amaba sentirse rodeado de tantos lujos como pudiera y de ser el centro de atención, por ende siempre debía vigilar verse bien, eso le llevó a detenerse frente a un espejo enorme situado en una de las cafeterías más caras de la ciudad.
—Deja de retocar tu cabello, ya sabes que siempre vas muy bien—Le gritó el muchacho de pelo rosado llamado Baekhyun mientras abría la puerta del copiloto para su amigo.
Lu Han subió al lujoso regalo de cumpleaños de Baekhyun y aprovechó todo el camino para poder sacar la cabeza y que el viento le soplara el rostro, cuando por fin llegaron a la puerta principal de la escuela fueron el centro de atención como siempre solían serlo.
A veces a Lu Han le picaba la envidia en el estómago al ver como Baekhyun robaba más miradas que él, sin embargo siempre acallaba esa pequeña voz en su interior con la excusa de que una amistad de infancia no podía ser destruida por estupideces, porque él lo necesitaba, Baekhyun era la única persona que nunca lo había abandonado o traicionado desde que tenía memoria.
—Hola, cariño—Kai le recibió con un suave beso en los labios antes de tomarle las caderas para llevárselo a la clase de Historia, en el trayecto del pasillo el castaño pudo ver como muchos pares de ojos le seguían cada paso, seguramente envidiosos por ser quien era y también por salir con el capitán del equipo.
—Yo...debo irme—Baekhyun tosió un poco incómodo antes de dirigir sus pasos hacia el lado contrario, Lu Han enarcó una de sus cejas pero lo dejó pasar pues seguramente no era tan importante, por eso miró a su adorado novio, ellos habían estado saliendo por al menos un año y medio.
Jong In sin duda le daba esa sensación de bienestar económica, emocional y mental, pese a que aún no habían llegado a segunda base Lu Han ya podía verse casado con el moreno alto, solamente era cuestión de tiempo y sus familias lo sabían por eso todo estaba en orden, como debía ser.
Ingresaron al salón de clase del profesor Hwang e inmediatamente tomaron su lugar en el primer puesto como los estudiantes ejemplares que eran o al menos que deseaban aparentar para mantener contentos a sus padres.
Pero, todo el aire de buena voluntad se esfumó cuando Oh Sehun llegó al salón tomando también su lugar privilegiado en el asiento del profesor.
—Estudiante Kim, ¿No quiere que dejemos esta odiosa clase y vayamos a jugar un poco? —Le dijo fingiendo una voz más ronca de lo normal, como si imitara a su profesor.
—Claro.
—Sehun, estamos a punto de comenzar la clase. ¿Te gusta causar problemas, no es así? —Reclamó Lu Han.
— No puedo decir que no.
—Señor Oh, por favor regrese a su asiento—Exigió el señor Hwang antes de comenzar la clase.
La mayoría de los estudiantes tenían como pleno conocimiento que ellos eran los preferidos de la escuela, de los profesores e incluso de los mismos estudiantes, muchos habían llegado a adorarlos hasta un punto inimaginable, todos menos una persona que desde el asiento del fondo los miraba con desprecio.
¿Sería el desprecio mal consejero para este pobre ser que solamente quiere también ser parte de los preferidos?
°
Bueno bienvenid@s a una nueva historia, se preguntarán ¿Por qué siempre HunHan? La respuesta es simple, HunHan es mi religión, no sé si aún hay personitas que aman esta pareja pero yo sigo esperando una reunión entre ambos aún :c
Algunas advertencias: Los personajes no me pertenecen (por desgracia 7w7), habrán algunas escenas +18 pero siempre les pondré una advertencia en el inicio aunque sé que no lo van a respetar al menos haré el intento xD
ESTÁS LEYENDO
¡CUIDADO CON LOS MURMURADORES!
FanficLos murmuradores se denominan a sí mismos como un grupo de estudiantes que se encargan de develar la verdad a las personas "normales" sobre la gran e intachable vida de los preferidos que asisten al "Centro Educativo Privado de Corea". Un grupo de...