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➸ 20 años parte dos
Los dos se habían dormido justo después de aquel acto que más que sexual fue un acto de amor puro.
Pero la mente de Momon no lo tuvo tan claro y antes siquiera de que amaneciera se despertó con una sensación de incomodidad en su cuerpo.
Vio la figura del perro a su lado, desnuda y dormida, y entró en pánico.
¿Qué había hecho?
Se había entregado al chico que, posiblemente, ni lo amara.
Se miró en el espejo y vio aquella marca.
La marca que los unía para siempre.
¿Reborn lo había echo apropósito?
No, imposible.
Vio como el mayor se levantaba y, como muchas otras veces, se paralizó.
El perro lo miraba con una cierta molestia en la mirada.
“Lo siento...” Murmuró el mayor, revolviendo su pelo y mirándole con culpabilidad. “Te he marcado sin comprobar si me amabas o no. He sido jodidamente egoísta... Perdóname Momon. Me dejé llevar por el brillo de tus ojos Y la sensación de cosquilleo en la piel que sentía al tocarte. Cuando me di cuenta... Ya había marcado tu cuello... Soy un cobarde.”
Momon se acercó a él y se sentó en frente. Tomó las mejillas del perro entre sus manos, juntando sus frentes.
“Hace unos años... Le dije a Perxa que él era mi alma gemela pero... mentí un poco. Él es mi alma gemela pero mi indicado... Siempre has sido tú. Te llevo amando doce años en secreto, a aveces sin darme cuenta ni yo. No me arrepiento de lo que hemos echo.”
Reborn comenzó a llorar, rodeando el cuerpo del gato con el suyo y los acostó en la cama.
Con leves susurros de un “te amo”, el futuro del perro y del gato se veía próspero y feliz.
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—Vengo a decir que esta historia esta por llegar a su final :(
