Te Extraño.

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Los chorros de agua caen fuertemente en su espalda, se refriega el jabón y se enjuaga. Siente su piel cálida y húmeda, un par de gotas recorren su cuerpo, tristemente no son de agua. Siempre piensa en ella, no importa dónde se encuentre, no puede evitar acordarse de ella. Se seca el cuerpo y se arregla. Le gusta pensar en que algún día Carmen volverá, tal y como se lo había prometido.

Toma desayuno, ya no se preocupa tanto de lo que come, porque ya no come. Se le ha acabado el hambre hace un par de meses. A veces se alimenta, pero es sólo para no preocupar a su madre. Tiene ganas de nada, siente toda la sangre recorrer por su cuerpo y una presión en la garganta que no la deja respirar.

Va hacia la sala de estar y enciende la tele. Pone la pelicula "Un lugar llamado Notting Hill", esa era su película, de ambas. Cada vez que podían la veían. Ahora está ella sola, sin Carmen, viendo todo sin emoción alguna, tiene una soledad guardada en su interior, está desgastada. Mira al techo sin pestañear, sus orbes arden y su corazón de oprime. Se toca el rostro, absorbiendo el líquido con la yema de sus dedos, formandose en alguien totalmente destruida.

La extraña mucho, le hace falta. Recuerda todas las palabras textuales que sellaron con los meñiques, ninguna real. La decepción la carcome por dentro, al igual que la culpa, está demasiada vulnerable, no se puede ni su propio cuerpo.

Nunca más la volvió a ver, Carmen nunca regresó. A veces se pregunta que hubiese pasado sí viajaban juntas ese día, quizás estaría con ella, quizás habrían terminado, quizás nada hubiese cambiado. Intenta recordar sólo los recuerdos bonitos, su mente se alborota y causa un shock, recordar lo bueno la volvía miserable, su vida se encuentra dañada, cada toque, cada palabra, cada acción es como si le pegaran diez mil veces en todo el cuerpo.

Sube al segundo piso y se adentra en la habitación. A paso lento va hasta la mesita de noche, sabe que esto va a afectar a sus emociones, sabe que aún no está lista para esto, sabe que su cuerpo quiere dejar de funcionar, pero necesita leer la carta, necesita sentir que por muy lejos que este Carmen, está a su lado. Abre con cuidado el cajón y retira el sobre con la carta que se encuentra ahí, va a leerla.

Hola, soy tu amoricito caramelito (creo que es muy obvio), te dejo está carta porque sé que me vas a extrañar (espero que no la hayas abierto cuando me subí al avión y que hayas esperado llegar al depa) sabes que te amo mucho, se que me voy a otro país y tu no quieres que vaya, pero te prometo volver y estar siempre contigo, a tu lado, prometo que te protegeré y te cuidaré siempre. Recuerda siempre los lindos momentos que pasamos juntas. Te amoteamoteamo con todo mi cora te amo to much. Con amor tu caramelito Carmen.

Lo lee en su mente, ¿Cómo es posible que unas simples palabras te destruyan por completo? Sus manos tiemblan. Se echa en la cama, tensa todos sus músculos hasta que se cansa, mandándole ciertas vibraciones hacia su espina dorsal.

Revisa dentro de una alcancía todo el dinero que ha ahorrado, si le suma el dinero de su cuenta le alcanza para tomar un vuelo a Chile. No lo piensa dos veces y compra el vuelo que más pronto salga. Son las once con veintiún minutos y el vuelo sale a las dos de la tarde. Alista una mochila con un par de prendas y se dirige al aeropuerto.

***

Son las doce, se encuentra en la sala de espera. Mueve su rodilla al ritmo de una canción que escucha y sus manos juegan en su regazo. hay un sol inmenso y ella ve todo opacado, sin color. Está en el aeropuerto, atenta a la llegada de su vuelo.

Marca a Carmen en el celular, no le contesta, la deja en buzón de voz.
—Voy camino a Chile, en unas seis horas estaré por allá, por favor esperame donde siempre.

Recuerda cuando se abrazaron por última vez, su último beso, su último adiós. La extraña.

Da pasos lentos dentro del avión hasta hallar su asiento. La gente la ve confundida, está causando una aglomeración por su andar. Observa a la gente reclamar por demorarse, ella no hace más que girar su vista hacia el lado. Está sentada en la salida al pasillo, al lado suyo hay un padre y su hijo. No quiere pensar mucho, así que intenta dormir, cosa que no logró.

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