Nuevo instituto Nuevos amores

2. - Zorra

A los 15 minutos del trayecto en el auto llegamos a nuestro pequeño pero acogedor departamento, no perdí tiempo y me diriji a mi cuarto para ordenar mis maletas.

(...)

Estuve por lo menos unas 3 horas encerrada, guardando todas mis pertenencias en un par de maletas ya algo rotas por el uso continuo que tienen.

Estoy demasiado cansada y hambrienta para seguir guardando lo que queda (por lo menos es poco).

Estoy dirigiéndome a la cocina cuando veo que Kate se dirige a su cuarto, algo despistada por ver su celular, trato de pasar rápido para que no me diga algo pero fallo totalmente cuando mi hombro impacta con el suyo.

-Lo siento Nat-. Se disculpa despegando su vista del aparato. - oye el vuelo de mañana es muy temprano hay que llegar a las 6 am al aeropuerto, así que por favor ordena tus cosas-. Se dirige a mi con tono amable bastante finjido.

-Si, esta bien ya empaque casi todo, voy a comer algo antes de dormir, buenas noches-.solte cortante para luego seguir mi camino, se que ella no tiene la culpa de nada de lo que ah pasado hoy, pero todo a sido una mierda y se le nota a leguas que esta enojada por mi expulsión pero no puedo hacer nada ya paso, ¿no es así?

Ya en la cocina noto que no queda casi nada en la alacena más que un par de galletas y café, así que tomó un paquete de galletas y mi último tarro de Nutella para luego volver a mi cuarto para terminar de ordenar.

(...)

Ya lista toda mi ropa en 2 maletas, rebuscar entre mis cosas una mochila en donde llevar lo necesario para mañana, mi celular, dinero, libros y un par de fotos que no pude poner en las maletas.

Cuando encuentro que todo está listo, preparado y jurando mentalmente que no se me ah de quedar nada, me acuesto, esperando descansar un poco pues estoy segura que mañana en el avión pasare todo el viaje sacando fotos por la pequeña ventana con vista a las casi inexistentes montañas de México y Estados Unidos.

No demoró más de 5 minutos en caer dormida en un profundo sueño.

(...)

El molesto ruido del despertador me avisa que ya es hora de levantarse si no quiero perder el avió retumba en mi habitación, desesperada por que el molesto ruido deje de soñar, golpeó el torpe aparato tirandolo al piso y con éxito se le salen las baterías desconfigurandolo.

Busco la única ropa que ayer eh dejado fuera de la maleta para luego dirigirme al baño y tomar una rápida ducha. No me demoró más de 10 minutos y ya me estoy vistiendo con una pollera negra de pabilo junto a un poleron morado sin gorro ni estampado, simple, unos de mis jeans más elásticados que tengo y mis queridas converse negras por cierto, ya algo viejas y mal gastadas.

Termino de vestirme sin apuros y aprovecho el tiempo que me queda antes de tomar desayuno, para aplicar un poco de maquillaje.

Una fina línea negra sobre las pestañas bajas, aparece tras pasar mi lápiz negro sobre ellas, encrespo mis pestañas superiores y paso rimel dejando fija la curvatura que eh provocado en ellas ase unos momentos. Repito el procedimiento en el otro ojo para luego pintar de un fucsia mis labios.

Satisfecha de mi obra de arte, salgo del cuarto con todos mis bolsos y maletas, no me eh de preocupar por los muebles pues todos los departamentos en donde eh vivido estos últimos 10 años an sido pagadas por la empresa de mi mamá y con ella nos proporciona los muebles.

Ya en la cocina reviso el reloj. 5:15 am.

Mierda, es una hora de aquí al aeropuerto.