1❜

1.2K 94 32
                                    

SeungMin movió los pies en el aire antes de volver a bajarlos. Por su cabeza se asomaron un montón de frustración acumulada de toda la semana que llevaba.

Quizá tirarse en su cama, como primera cosa al llegar del instituto no era una gran decisión teniendo en cuenta el mes completo de trabajos y tareas para entregar. Aunque él era demasiado caprichoso y testarudo y, en lo último que pensaba es en ponerse con los deberes.

SeungMin tal vez no sea bueno estudiando, tal vez los exámenes no sean su punto fuerte, pero en algo si podía merecer la pena.

SeungMin era bueno tomando el pene de su hyung. Ya sea dentro de su boca o su culo. Y, nada podía compararse al éxtasis de estar montándolo o según cuan excitado esté chupándosela.

En unos días volvería a verle. Otra vez. Después de dos meses de abstinencia y con el que solo se conformaba con las llamadas que le daba por la noche, y únicamente necesitaba eso; su voz en su oído para sentirse bien. Acompañado y no solo. Guiándolo, también, en cómo debía tocarse.

Pero no se asimilaba a lo de antes, porque le necesitaba a su lado. El sexo por teléfono se volvió irritante para SeungMin, él ya sabía masturbarse y darse todo el placer que quisiera, no era el mismo novato de hace un año, porque su hyung ya le había enseñado a conocer su propio cuerpo y a ceder a lo que este le pidiera y, ahora lo que más pedía era al mayor.

No podía esperar por él ni un minuto más, estaba tan cerca; los días contados para que le visitara. No faltaba mucho. Y le demostraría lo que ha aprendido en todo este tiempo, él solito y puede que con ayuda de su almohada.

Aquella misma con la que ha empezado a frotarse desde el momento en que su cabeza recordó la última noche con el mayor; fue muy rudo pero sin perder ese tacto de amabilidad mientras le lamía el cuello, sólo él podía hacer eso con su cuerpo. Fue demasiado brusco y aunque en ese entonces se quejaba en realidad le encantaba.

Casi agradecía haberle puesto así, celoso al escuchar "accidentalmente" durante una cena familiar que había alguien el cual tiempo atrás llegó a gustarle y con el que dio su primer beso. Accidentalmente o no, la historia acabó con SeungMin apoyado en el escritorio, desnudo y con la polla que añoraba metida en su entrada.

Lo tomó como una advertencia, algo que se lo anotaría en la mente; nunca poner celoso a su tío, Bang Chan.

𝑡𝘩𝑒𝐛𝐞𝐚𝐜𝐡.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora