2❜

680 65 8
                                    

Si de algo podía estar seguro es de lo mucho que amaba a su tío. Le amó como la primera vez que tuvo uso de razón, desde que su cuerpo empezó a cambiar y los ojos de niño desaparecían por los de un adolescente.

Un adolescente a las puertas de un libido, insaciable y estimulante.

A sus diecisiete años, SeungMin había conocido el sexo, el verdadero placer.

No se comparó a lo que vio en su ordenador, porque su mente inocente y virgen tenía la imagen de dos personas haciendo el amor sobre el colchón y mil y un palabras cursis de medio; pero en la realidad, eso no sucedía siempre así, a veces podía ser espontáneo y ajeno. La sensación de miedo y los nervios golpeando su estómago.

Cuando lo tumbó sobre su cama y él le volvió a susurrar que se relajara y abriera las piernas; que no gritara.

Si tan siquiera alguien le hubiera dicho lo que significaba tener su primera vez... con un hombre, quizá se hubiera preparado por anticipado. Tener en claro que no era como las películas o los libros, ni incluso los vídeos pornos.

Esa noche, esa noche del último día de primavera, mientras los demás celebraban la graduación de MinHo; logró captar su atención aún cuando esa mujer se hallaba a lado suyo; pero era tan ilusa para entender el instante justo en el que los dos desaparecieron por la multitud. Y, de repente ya estaban en casa, solos, y con un gran silencio que SeungMin recuerda ser tan efímero como los veranos en la playa.

Luego, inició el ruido.

En realidad, todo era muy relativo, pero una cosa no quitaba la otra y la verdad es que «le hicieron el amor» y la experiencia fue dolorosa.

Dolió demasiado para gritar, para llorar y no ser capaz de detenerse. Sin embargo, veía tan especial perder su virginidad con la persona que amaba, era lo que siempre había querido.

Entonces eso hizo. Se dio cuenta que, en definitiva, con quién estaba en su cama era con él. Y sabía que jamás le haría daño: se lo prometió, y lo volvió hacer entre beso y beso.

Recuerda que le abrazó y se aferró muy fuerte a ese abrazo con la cabecera de su cama chocando deliberadamente contra la pared; él moviéndose en cuanto SeungMin le dio permiso e iniciando el falso suplicio.

El dolor seguía ahí, pero en su mente lo distrajo con varios recuerdos, todos en los que sólo se incluían ellos. Y, comenzó a gemir. Lo hizo porque de verdad se sentía bien, le daba un cosquilleo en la tripa pero... se sentía bien.

Después él también gimió. Gruñó sobre su oreja, maldeciendo repetidamente en cada empujón; en un punto de la noche SeungMin sintió la orejas tan calientes e impuras por todo lo que fueron capaces de oír.

"Jamás te haría daño"

Lo sentía tan irreal, un sueño del que nunca quiso despertar. Y de hecho, a la mañana siguiente, él ya no estaba ahí.

Amaneció sólo, desnudo envuelto en sábanas con olor a sexo; olían a él. Podía olerle en cada rincón de su cuarto, en cada centímetro de su cama y en cada parte de su cuerpo.

Descubrió unos ligeros moretones por debajo de sus caderas, algunos en su cuello, otros entre sus muslos; y otros, vaya, le daba vergüenza mirar. Sus mejillas se encendieron y sonrió tan alegremente con el corazón revoloteando en su pecho —en ese momento creyó que saldría disparado.

Quería gritar de la emoción. Lo había conseguido.

Tenía a Chan por todas partes.

Em

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Em... os gustan los capítulos cortos? Puedo hacerlos más largos, pero si os gustan cortos, entonces así es como quedarán :)

La intención es que no os aburráis,,,,

𝑡𝘩𝑒𝐛𝐞𝐚𝐜𝐡.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora