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El verano por acabar y el otoño a las puertas de su ropero, SeungMin terminó por colocarse un suéter y fue justo cuando se oyó un ruido, bastante fuerte y muy conocido para sus odios; el coche de su tío.

Se apresuró a ir a revisar por su ventana abierta de par en par, como le gustaba en los días que corría viento. Y allí le vio bajando del vehículo, desde el segundo piso donde se encontraba su habitación.

Observarle fue inédito, el tiempo se le hizo largo, las vacaciones sin él eran a su parecer aburridas.

De pronto salió su madre de casa a recibirles, porque como siempre él no venía solo.

Oyó su voz, era lejana pero se pudo conformar con eso. De pronto él ríe y los oídos de SeungMin se volvieron sensitivos, por su cara se asomó una sonrisa y le imita. Aunque no supiera que fue lo que le hizo reír.

Y, entonces él alza la cabeza y juntan miradas. No obstante la acción le sobresaltó e hizo que se escondiera detrás de la pared, alejándose de la ventana. Justo ahí, con la espalda pegada al hormigón y el corazón martillando su pecho se da cuenta que, sin duda, su tío había llegado.

La frente comenzó a sudarle. Por un momento, en esos días que despertaba solo, vacío y abatido por no estar junto a él, sí, en esos días inesperadamente lluviosos, se le pasó la idea de que él ya se había olvidado de su existencia.

Entonces comenzaba a llorar, quizá por el pensamiento que se hacía cada vez más grande o quizá porque de repente, él desapareció del todo.

Con las lágrimas secándose cada noche sobre su almohada, las vacaciones de verano no se encaminaban por buen camino, de hecho, comenzaba a verlas ya perdidas, y su madre entrando en su habitación para saber que le pesaba no mejoraban las cosas.

Nada, en realidad, hizo que saliera de su burbuja. Si no fue hasta que recibió la primera llamada telefónica de él, su tío; después de casi dos semanas desde que se marchó.

Echando la vista a tras, notó lo poco maduro que actuó ante su ausencia; cuando le contó cómo había estado, él no dijo nada al respecto, sólo le preguntó si estaba solo en casa y cuando SeungMin respondió que sí, que estaba en su cuarto, le dijo que cerrara la puerta y no se olvidara de echar el picaporte.

Le ordenó que se tumbara en la cama y se relajase; y como el niño bueno que sabía que tanto le gustaba, obedeció. Se echó sobre el colchón, mirando directo al techo y tuvo el presentimiento de algo desconocido.

Apretó el móvil con los dedos y al oír la voz gruesa de él, supo rápidamente lo que iban a hacer.

En lo que restó de su recuerdo, únicamente se afligía por la mente bañada de cualquier otro pensamiento, esa vez ajena a algo triste. No, en ese momento la tristeza se hallaba lejana a lo que de verdad estaba sintiendo. Felicidad, una abundancia de bienestar, gozo, placer... Tal vez un deleite y la morbosidad de tocarse con él.

Exactamente era eso. Su mano moviéndose por su pene y escuchando la voz de él hacía la experiencia más vívida.

Casi llegando, moviendo las caderas e imaginando que estaba encima suyo, con esas manos tocándolo. Él echaría la cabeza atrás disfrutando la estimulación.

Curvaría la espalda y alternaría entre saltar y rotar sobre su polla. Se deslizaría ya en los últimos esfuerzos y ahora él daría los concluyentes empujones, impulsando hacia arriba con la relevante posición de dar justo dónde le gusta a SeungMin.

Se vino en un fuerte chillido, gimiendo su nombre, sin dejar de jadear y las piernas soltando ligeros espasmos.

El silencio se apoderó del especio en lo que siguió de segundos, y en el momento que Chan habló, sonó cargado de energía.

"¿Qué tal ahora, bebé? ¿Mejor?"

El suspiro que echó fue como si arañaran su oído y le gustó.

"Sí..." SeungMin también suspiró, intentando controlar la respiración y una vez hecho, le llamó. "Chan..., te amo"

Pensándolo bien no debió decirlo, fue muy arriesgado y por ello no se extrañó que él colgara.

Pero lo entendía y no le dio importancia cuando le llamó a la noche siguiente. Nunca tocaron ese tema.

Comprendió que su tío era un hombre ocupado y, bueno, también, casado.

Comprendió que su tío era un hombre ocupado y, bueno, también, casado

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Vuelvo y desaparezco ''

𝑡𝘩𝑒𝐛𝐞𝐚𝐜𝐡.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora