Vení conmigo

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–¿Y cuál es el problema? Si todo te sale perfecto.

–Que me gustaría que vengas conmigo.- Unos minutos de silencio y una tensión inigualable se estableció entre ambos. Las bocinas de autos y colectivos no ayudaban a relajar el ambiente. Hasta que Fede decidió responder.

–N..no puedo Dai.. vos sabés que es...

–Sí. Fede yo sé perfectamente lo que es, lo que todavía no entiendo es porqué tu novia me detesta sin razón alguna, es decir, al principio puedo entender los celos normales en una relación, pero ¿Después de tanto ella sigue?

–¡Ya sé! perdón, yo tampoco entiendo, creo que está más que clara la situación: somos compañeros y amigos hace años, los dos buscamos un lugar en la música, ya le expliqué todo ésto, ella no es mala persona pero que se yo, a vos te tiene más bronca que a mis demás amigas jajaja.

–¡Sí! y ni siquiera hablamos de algo que no fuera música, te apuesto a que no sabés ni mi color favorito, pero ésto ya me cansa muchísimo.

–Perdoname.

–No. Vos tenés que pedirte perdón si dejás que se te vaya ésta oportunidad por unos celos estúpidos.

Siguieron caminando por el centro de la ciudad en silencio hasta llegar a una plaza, donde tomaron asiento mirando hacia la calle.

–Mirá, te voy a decir la verdad... –comenzó Diana de nuevo sin dejar de mirar hacia la calle–. Cuando me ofrecieron ésta oportunidad de audicionar frente a una discográfica fuiste la primera persona en la que pensé para mi banda, aún sabiendo la respuesta. Después pensé en decirle a Juli, que sé que aceptaría sin dudar porque realmente odia lo que está estudiando.
Yo sé que vos querés ser solista y cantante y el próximo Brendon Urie o algo así, y me encanta ayudarte con éso pero los dos sabemos que para entrar en la música primero hay que "entrar en la música" aunque sea por la ventana del baño.
Por éso pensé en llamarte. Pensaba que querías alguna oportunidad, la que fuera, tanto como yo. Si para vos no es suficiente lo entiendo, pero por favor no me digas que es por el asunto de Laura.

–Dai vos sabés que sos mucho mejor cantante que lo que yo podría ser, me encanta que me ayudes a practicar y siento que mejoré mucho, es verdad. Ésto que me estás ofreciendo es una banda, ya me alegra muchísimo que hayas pensado en mí y en mi sueño. Pero vos imaginate ésto:
Yo voy y le digo a Laura que de repente vos, la chica que más odia en el mundo, me ofreciste hacer realidad en parte mi sueño de estar en la música. Para lo cual tengo que viajar con vos a Buenos Aires capital primero y desde ahí... porqué sé que nos iría re bien... viajar por todo el mundo por meses, básicamente se muere... se me muere ahí mismo y después quizá corte conmigo pero primero se muere.

–La verdad que sí, le daría un infarto a la pobre –rió–. Pero bueno, yo no tengo la culpa, no te estoy rogando. La oferta está hecha y ahora me siento mejor de haberte dicho que fuiste la primera persona en la que pensé. También le voy a decir a Juli. Pero no siento la culpa de no habertelo dicho primero. Nos vemos.

Diana se levantó, tomó su mochila y se fué, dejando a Fede solo, pensando en que debería hacer o decir. Tenía razón, ella pudo nunca habérselo propuesto, pero sabía del sueño de ambos y también, en el fondo, sabe que se habría ofendido si no se lo proponía.

En el vuelo [Historia Corta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora