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Como cada viernes bajaba al bosque a observar lo que la naturaleza proporcionaba y lo que el ser humano de momento no había destruido.

Mi madre siempre se preguntaba por qué me gustaba estar sola todo el tiempo o la mayoría de el, en realidad es muy sencillo, al ser solitaria yo misma no podía herirme o por lo menos eso intentaba, solo estabamos yó y mi mente y el paisaje que tenía delante cuando no tenía un libro que leer.

Estaba sentada debajo de un árbol con sparky mi mas fiel amigo y compañero, era un pastor alemán bastante grande, lo adoptamos hace tres años en una protectora de new jersey, el apenas era un cachorrito de meses el cual habian abandonado en la calle y la gente de la protectora lo recogió, no entiendo como la gente puede tener tan poco corazón de abandonar a un ser tan inocente y bueno.

Los animales son mucho mejores que las personas en todos y cada uno de sus sentidos, cada vez que he estado mal sparky ha estado junto a mi, le he contado mis penas y en su mirada a pesar de no hablar mi idioma, sabía que me entendía, y así sin juzgarme el simplemente escuchaba lo que yo le decía.

Mi nombre es dayenna y esta es mi historia.

Un mundo por descubrirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora