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La preocupación constante y el miedo lo tenían atado a una infelicidad crónica. Una o dos veces sonreía por año solamente al sentirse presionado por sus escasos conocidos.

"Debes sonreír más, SeokJin. Tu sonrisa es hermosa."

"No tienes razón para sentirte de la mierda, se agradecido. Hay personas que la pasan peor."

Tenían la boca llena de razón aquellos hijos de perra, el no vivía en la completa miseria como para desear simplemente desaparecer y bajarse de este gran y pesado barco llamado vida. ¿Pero qué podía hacer?, el auto-sabotaje estaba muy presente en su vocabulario.

Y algunas personas aprovechaban al máximo aquella vulnerabilidad, tal como uno de sus ex's más hijos de perra. Kim NamJoon, el hijo de puta que abusó demasiado de su inestabilidad.

Algo que nunca olvidaría sin duda fue cuando ese beta se abrió entre sus paredes internas mientras el estaba en efecto de 10 pastillas tranquilizantes. Si, el mismo las ingirió, pero el beta con aires de superioridad aprovechó su estado para cogerlo, sin ninguna pizca de conocimiento.

Recordó despertar con un ardor de culo impresionante, lo cual activó sus sentidos inmediatamente. Se sentía tan usado, tan asqueroso, tan débil. Y ese amargo recuerdo se volvió un trauma más con que cargar.

Nunca pudo denunciarle ni hablar sobre ello, pues su estúpida mente se encargaba de hacerle creer que todo era su culpa aún sin serlo. Pensaba que cada una de las desgracias ocurridas eran bien merecidas. "Asqueroso, eso es lo que eres Jin. ASQUEROSO" esas palabras resonaban por su cabeza y nunca cesaban, por más que lo intentara. Es como si el mundo se pusiera de acuerdo para hacerlo sentir como alguien miserable.

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Tenían un cúter clavado muy cerca de su muñeca mientras lloraba e ingería un antidepresivo con algo de alcohol. Sólo bastó una mala jugada de su mente para acabar con la poca estabilidad que había recuperado después de hablar con su nuevo psiquiatra Jeon JungKook, el doctor de la voz preciosa.

No tan consiente de sus actos, tomó su teléfono y tecleó el número de aquel doctor. Necesitaba escuchar esa voz tan hermosa para sentir al menos una pequeña chispa de cordura.

—Bueno, SeokJin. ¿Puedo ayudar en algo?—Habló serenamente el doctor Jeon, pensaba que su nuevo paciente tenía una duda o algo por el estiló. No tan grata fue su sorpresa al escuchar sollozos en la otra línea, lo cual inmediatamente alteró sus sentidos.

—D-doctor, ¿puede decir-me por qué e-estoy tan roto?, ya- ya no puedo más.—

Esas palabras simplemente lo asustaron, le crearon un horrible nudo en la garganta. Después de años atendiendo muchos casos, manteniendo su postura y su rostro firme siempre, no podía creer como flaqueó en aquellos momentos.

—Tranquilo, Jin. Iré para allá, calma. No pasa nada, todo está bien.— Se notaba la desesperación en su voz, no quería que el menor cometiera una completa locura.

—N-no, doctor Kook. Todo es mi c-culpa, mamá, papá y namjoon tenían razón. Todo l-lo que me sucede e-es por mi estúpida c-cul-pa.—

Bien, no esperó más palabras para buscar desesperadamente los papeles de SeokJin. Donde claramente venía su dirección para ser solamente utilizado en casos de extrema emergencia. Sus manos sudaban y no sabía el porqué, leyó el papel y suspiró un poco aliviado al ver que el hogar del pequeño sigma no estaba a más de 10 minutos.

—Voy para allá, SeokJin. Todo estará bien, lo prometo por la garrita.—

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HOLA, aquí la autora. Espero que la historia sea de su agrado, les mando mucho amor y buenas vibras para este 2021.💕🐝

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⏰ Última actualización: Jan 17, 2021 ⏰

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𝙛𝙚𝙚𝙡𝙞𝙣𝙜𝙨 ;; 𝙠𝙤𝙤𝙠𝙟𝙞𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora