V E I N T I T R É S

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  “¿Te gusta lo que ves?”

El resto de la tarde fue más o menos como esperaba- en paz.

Desde el arrebato que me dio con Yeonjun, no me dijo una palabra y yo tampoco a él. Supongo que finalmente recibió mi mensaje de que yo hablaba en serio.

¿Me gusta? Claro. Eso era un hecho. Eso era lo que le dije en el bosque, pero casi había desaparecido en el momento en el que esa chica vino y al instante él se enojó y ni siquiera me dijo quién era o qué pasó.

Quiero decir, una cosa es querer privacidad, pero otra cosa es que una persona que exige saber sobre la vida de la gente –como él hace conmigo- y una vez que le preguntan –como hice yo con él- él no diga nada.

¿Cómo de hipócrita es eso? Quiero decir, sería una historia diferente si él nunca quisiera saber cosas sobre mí, pero él las quiere saber y ¿ni siquiera tiene la decencia de decirme que pasa cuando alguien que tiene que ver con su pasado se acerca a nosotros? Eso es una mierda.

Yeori vino con la comida breves momentos después y los dos comimos en silencio como si estuviéramos de luto por la muerte de alguien a quien ambos conocíamos.

Fue raro, no voy a mentir, pero también era algo cómodo a pesar de la oscura tensión flotando sobre nuestras cabezas.

Sabía que las palabras corroían sus entrañas, pero nunca le dí la oportunidad de expresarlas, porque cada vez que abría la boca para decir algo, sin duda tenía que ver con lo último que le dije a él, yo le interrumpía de cualquier forma posible que se me ocurría en ese momento.

Agarrando mi hamburguesa con queso, le dí un bocado antes de tomar un sorbo de mi limonada, haciendo caso omiso de la mirada profunda de Yeonjun sobre mí. Se me hacía un poco incómodo, estar bajo esa fuerte e intensa mirada, pero me negué a mostrar ningún signo de debilidad. Yo iba a ganar esta pelea, le gustase o no.

Me niego a ser el idiota de nadie, en especial de Yeonjun. Había muchas cosas que no podía aguantar y sus cambios de humor eran parte de eso.

Un beso no siempre va a arreglar todo y ni siquiera una disculpa. Necesito una explicación y me comprometo a conseguirla. Incluso si me va a tomar meses o incluso años. Voy a tener una porque me la merezco, especialmente después de todo lo que he pasado estos últimos días, incluyendo salvar su culo- como he hecho en innumerables ocasiones.

Una vez que terminé de comer mi almuerzo, me limpié los labios con una servilleta antes de levantarme y caminar hacia el baño. Me dirigí al lavabo, sosteniendo mi mano bajo el dispensador automático de jabón antes de frotar mis manos una vez que el líquido rosa corría a chorros sobre la palma de mi mano. Presioné el botón del lavabo, y puse mis manos bajo el chorro de agua antes de cerrarlo de nuevo y me di una vuelta para tirar de las servilletas que estaban puestas dentro de un cuadro negro. Una vez que sequé mis manos y arrojé las servilletas a la papelera, comprobé mi reflejo en el espejo.

Suspiré, pasando mis dedos por mi cabello. Parecía un chico caliente. Haciendo una mueca con mi labio inferior, mordí el lado interior de mi mejilla, pensando en lo que iba a pasar una vez que saliera de este cuarto de baño y me dirigiera de nuevo al restaurante, dirigiéndome hacia Yeonjun y su red de mentiras.

[ACLARACIÓN: Los cubiculos de baño del restaurante no se comparten, están divididos en chicas una puerta y chicos en otra, sin embargo, la parte para lavarse las manos es compartida. Es un restaurante pequeño, sólo hay un baño para chicos, uno para chicas y 2 lavamanos, ¿se entiende?:( ]

DANGER   |   Yeonbin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora