DANGER | Yeonbin

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“If I were you, I’d keep your mouth shut."- “Si fuera tú, mantendría la boca cerrada.”

⚠️ Éste capítulo puede contener escenas delicadas⚠️
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Ni siquiera me dí cuenta de que me había quedado dormido hasta que abrí los ojos y ví que eran ya casi las cinco y media de la mañana (debido a que la puesta de sol se notaba a las afueras de la pequeña ventana de la habitación).

Casi me olvide de que estaba atado a una silla cuando me estiré y arqueé la espalda. No fue hasta que me miré a mí mismo y me dí cuenta de que ya no estaba en una silla. En su lugar, me sorprendido encontrarme atado a una cama.

¿Cómo diablos he terminado aquí?

Arrastrando los pies, tiré de mis muñecas solo para ver que estaban presionadas firmemente contra los postes de la cama con una cuerda envuelta alrededor de estos.

Susurré en dolor cuando sentí que las cuerdas rasgaban mi piel aún más. Gemí de angustia, no quería nada más que salir de aquí.

¿Por qué éstas cosas siempre me pasan a mí? ¿Dios realmente me odia tanto?

Sentí cómo mi estómago se desplomaba al suelo de la preocupación que poco a poco comenzaba a comerme vivo. ¿Iba a salir de aquí alguna vez? ¿Me iba a morir? ¿Podré ver a mis padres una vez más? ¿Alguna vez veré a Sanha, Hueningkai o incluso a Yeonjun de nuevo?

Las lágrimas comenzaron a salir mientras sollozaba, parpadeé de nuevo y la sustancia salada rogaba por escapar de mis ojos. No había manera en el infierno en la que iba a mostrarle a éstos hijos de puta mi debilidad.

Volviendo la cabeza, hice una mueca mientras los pinchazos penetraban por mi mejilla y el cuello, debido a los cortes profundos. Se sentía como si estuvieran en llamas. No podía dejar de morderme los labios para no dejar salir un chillido profundo.

Cerrando profundamente mis ojos, decidí que sería mejor dormir una vez más. Tal vez el tiempo pasará más rápido de esta forma.

En el segundo en el que me tranquilicé, estuve a punto de salir fuera de mi piel y dormir, cuando escuché el portazo, mientras la puerta se abría y el hijo de puta de antes venía caminando hacia mí, con esa sonrisa en su cara.

Si yo tenía miedo antes, ahora estaba definitivamente aterrorizado.

“Miren quién está despierto, muchachos,” Escuché a esa voz molesta hablar. La misma voz que pertenecía a la persona que me trajo aquí, en primer lugar. El mismo que juró que me haría lo que quisiera.

Tragué con dificultad.

“Parece que el chico de Choi está listo para tener un poco de diversión. ¿Qué piensan chicos? ¿Creen que está listo?” Él sonrió desagradablemente, esa sonrisa hacía que luchara contra el impulso de vomitar.

Todos se reían a carcajadas como cerdos.

Tiré de las cuerdas una vez más. “¡Sáquenme de éstas cosas!” Susurré amargamente.

Él se rió entre dientes. “No se puede, cariño, voy a tener mi diversión contigo.” se frotó las manos mientras lamía sus labios.