Bebé | KookV

20: Seremos Felices

«Y me bendices con el mejor de los regalos que jamás haya conocido. Tú me diste un propósito».
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Jeon Jungkook se encontraba en el hospital una semana después para ver a su hija, y no, no es porque se haya hecho el cobarde. A pesar de llegar a término su pequeña había tenido dificultades al nacer y hasta el sol de hoy podría pasar a verla para ya llevársela a casa.

En su brazo iba un bolso pañalero lleno de cosas de las cual el no tenía idea su uso pero sabía que las necesitaría después.

Cuando el pediatra le acompañó al neonatal para conocer a HaEun sus manos comenzaron a sudar de más, sus nervios se encontraban a flor de piel.

Moría por verla, pero el miedo también albergaba en él, temía que su parecido fuera tanto al de Taehyung que no llegase a tolerar la.

Sus pensamientos de cortaron cuando llegaron, sus ojos cayendo en la única niña que se encontraba ahí, era obvio, había tres bebés más pero estaban vestidos con trajes azules, ella tenía uno rosado.

Miró al doctor como pidiendo que asegurará su sospecha y el asintió, tomó el pestillo y abrió lento la puerta para no provocar ruido, camino lento hacia el cunero donde una enfermera le esperaba, ella sacó a su bebé de ahí y se la extendió.

Temeroso pero a la vez ansiando el momento, acomodo sus brazos para recibirla.

Era tan pequeña, tan frágil.

Le tocó la naricita, y sonrió al ver que con su manita le tomaba el dedo. Sus ojos se cristalizaron cuando ella abrió sus pequeños orbes que se veían oscuros y le miró, dio un pequeño sonido que hizo derretir su corazón, y está vez lloró, lloró de felicidad.

Agradecía ahora estar solo porque tenía vergüenza de que alguien lo estuviese viendo sonriendo como bobo y llorando a la misma vez.

¿Amas a la bebé?

"Joder, por supuesto que te amo, mi vida" musito y alzó a la pequeña para depositar un pequeño beso en su frente "Por supuesto que si"

(...)

Tres semanas después

"Espero y hayas aprendido a como hacerlo, querido" sentenció la señora Kim.

Jungkook sonrió algo avergonzado, eso de cambiar pañales no era difícil pero si tedioso, por suerte no era muy llorona, HaEun era una bebé muy tranquila.

"Estoy seguro de que ella extrañara que usted sea quien le cambie los pañales" señaló risueño.

Kim Jinhye soltó una carcajada.

"Mejor admite que no quieres que nos vayamos para así no hacer el trabajo sucio"

Jungkook se rasco la nunca dándose por descubierto.

"Usted gana" suspiro "Por cierto, gracias por apoyarme con la mudanza, y disculpe por no poder irles a dejar al tren"

Jinhye negó, "Descuida cariño, así está bien, vendremos para navidad"

Jungkook asintió y tomó a su bebé para dirigirse a su-ya-no habitación.

Se había mudado de departamento por uno más cerca de su trabajo y en el mismo piso donde vivía Yugyeom, ya que su pareja sería quien cuidara a HaEun cinco horas al día mientras el regresaba de trabajar, bueno eso sería dentro de un año, ya que dejarla tan pequeña a cargo de una persona -todavía desconocida- no le causaba emoción alguna, además de que podría crearle una codependencia y pensaría que es su madre, él no quería esa clase de equivocaciones.

"¿Sabes que pienso?" le hablo a su pequeña, ella le miró enseguida al escuchar su voz "Que lo haremos genial, tú y yo, el duo perfecto, Jeon Jungkook y Jeon HaEun" hizo una expresión soñadora mientras alzaba su mano libre por el aire "Seremos felices, por papá Tae" suspiro y le pico la naricita, esa que hasta ahora había notado que portaba un lunar, igual al que Taehyung tenía.

Jeon no tenía dudas de que ella sería tan parecida a él.

Recogió la pañalera de su pequeña y cuando se giro vió que quedaba una caja olvidada cerca de la puerta.

Frunció el ceño y dejó a HaEun en el porta bebés y se acercó a recojer la caja -que al parecer- era de zapatos.

La abrió y alzó las cejas al ver que eran puros sobres y papeles viejos.

Pero encima había una carta, una carta que llevaba su nombre, y sin matar el tiempo la agarro, rajo el borde, inclinó el sobre, sacó el papel y comenzó a leer.

De Kim Taehyung, para Jeon Jungkook...