Estar así de cerca con Joaquín se sintió tan bien que me asustó, lo que yo estaba sintiendo no era un simple amor de amistad por el pequeño que tenía en brazos, nuevamente deseché la idea que mi mente estaba empezando a darme y concluí en que quizá era amor de hermanos. Joaquín era pequeño en comparación a mí y también era tierno, lo que lo diferenciaba de otros chicos, quizá por eso sentía necesidad de protegerlo.
Escuché la puerta abrirse y maldecí internamente a quien me haya interrumpido seguir abrazando al pequeño ser que tenía en mis brazos, pero que estaba pensando? solo era un simple abrazo no debería enojarme tanto, ya sonaba como si... como si Joaquín me gustara, y eso en definitiva no pasaría, yo no soy gay.
— Oh, lamento interrumpirlos jóvenes — Habló el doctor Morales, mirándome con cierta complicidad, ¿Qué mierda pasaba por su cabeza? — ¿Cómo te encuentras Joaquín? —
— Estoy bien doctor, de hecho creo que ya puedo hacer las cosas con normalidad, como vió ya puedo caminar, aunque aún me arde un poco el estómago — Eso último lo dijo con una mueca de desagrado.
— Aún tienes que reposar un poco, recuerda que te abrimos el estómago para sacarte las pastillas, y la herida aún debe cicatrizar —
Se acercó a él y le acarició la cabeza desordenando aún más de lo que estaba el cabello de Joaquín, este solo le dió una débil sonrisa.
— ¿Cuánto falta para eso? De verdad quiero salir de aquí doctor Morales — Joaquín lo miraba con cansancio, el doctor no respondió al instante.
— Ya que puedes caminar y no quieres estar aquí, hoy mismo te llevaré a mi casa — Sonó un poco dudoso — Pero debes prometer que guardarás reposo ahí — El doctor Morales paró un momento y soltó una sonrisa — Y ya no me llames doctor Morales, puedes llamarme Armando —
— Lo prometo, pero por favor Armando sáqueme de aquí, no soporto los hospitales —
Al menos tenemos algo más en común, pensé, nuevamente estos pensamientos raros, pero yo tenía algo más importante que pensar, el porqué Joaquín se iría a vivir con el doctor Morales, si bien es cierto que el doctor no parecía tener malas intenciones y cada que le hablaba a Joaquín sentía un aura fraternal de este, no confiaba del todo, pero si Joaquín el señor mejor alumno, que desconfiaba de todo el mundo había decidido quedarse con él, pensó que no estaba del todo mal, pero, ¿Entonces porqué me habían llamado? Al parecer notaron mi confusión y rápidamente Joaquín habló.
•••
— Oh Emilio, gracias por venir, espero no te haya molestado — Y también gracias por el abrazo — supongo que a este punto ya estás informado de lo que me ha pasado, me da un poco de vergüenza — Mi voz empezaba a temblar, quizás era el miedo de volver a recordar, Emilio me dio una mirada comprensiva y eso me tranquilizó — Pero de verdad necesito tu ayuda, necesito que me prestes todos los apuntes de la clase que falte y a las que faltaré — Ahora el rostro de Emilio reflejaba pura incredulidad, y después rompió en carcajadas, ahora el rostro incrédulo lo tenía yo.
— Lo siento Joaquín, es que ni en estas situaciones dejas de sorprenderme, de verdad nunca vas a dejar de ser el señor mejor alumno, ¿Verdad? Nunca cambies — Dijo aún sonriendo.
Y ahí es cuando empecé a notar un ardor inusual en mis mejillas, Emilio no era muy expresivo y pocas veces había visto su sonrisa, cabe mencionar que nunca lo escuché reír, era algo nuevo para mí, nuevo y demasiado hermoso a decir verdad, me dí un golpe mental, Joaquín los hombres no son hermosos, deja de pensar como un marica.
— Me alegro de que tu sentido del humor no cambiara Emilio — Le dije tratando de que mi voz no sonara nerviosa, ahora mismo debo estar viéndome patético, todo sonrojado.
Dirigí mi vista a Armando tratando de calmarme pero este me daba una mirada cómplice, maldito Armando Morales, le dirigí mi mejor mirada de desprecio.
— Cuidado Joaquín, podrías matarme si sigues mirándome así — Dijo sarcásticamente.
— No morirás fácilmente, para tu suerte estás en un hospital — Se unió Emilio, no me quedó nada más que encojerme de hombros y sonreír.
[...]
Estaba echado mirando el techo blanco de la habitación de hospital, Emilio ya se había ido y Armando me había dicho que esperara hasta que terminara su turno para poder irnos, alguien tocó la puerta y esa era mi señal, al fin.
Fuimos a buscar el auto de Armando y en poco tiempo ya nos dirigíamos a su casa.
— Joaquín, se que es una pregunta rara pero, ¿Qué piensas a cerca de las relaciones homosexuales? — Dijo sereno, Armando esperaba una respuesta seria, así que pensé mucho lo que iba a decir.
— Bueno, realmente no me importa, mientras no me molesten — Escuché como Armando suspiraba, quizás de alivio — ¿Por qué preguntas?
— Ya llegamos — Fue lo único que dijo, pero no bajamos del auto.
— Escucha Joaquín, tengo algo importante que decirte — Oh no, quizás se arrepintió de darme alojo y me botará a la calle — Tengo pareja — Di un suspiro de alivio, era normal que alguien de su edad estuviera en una relación.
— Está bien — Mi voz también sonó aliviada, pero, ¿Por qué hacer tanto drama por eso?
Bajamos del auto y vi una casa enorme y también acogedora, un chico de cabellos negro azabache salió corriendo a abrazar a Armando, quizá era su hermano, ese pensamiento se borró al ver que después le dió un corto beso en la boca, después de eso, el chico me miró con una pequeña sonrisa.
— Soy Sebastián Ferrer, esposo de Armando —
Mierda.
•𝓑𝓪𝓫𝔂 𝓓𝓻𝓪𝓰
ESTÁS LEYENDO
Homophobic | Emiliaco
FanfictionDos homofóbicos no pueden enamorarse, ¿Cierto? ••• Adaptación Historia original by: @Drea4ca